19 frases de De una batalla perdida de Svetlana Alexievich... Discurso de Svetlana Aleksiévich en la entrega del Premio Nobel, cuyas frases reflejan la posguerra, la memoria colectiva, el impacto de la guerra y la ausencia masculina, destacando el papel de las mujeres en la reconstrucción de la sociedad.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Svetlana Alexievich son: consecuencias de la guerra, la mujer en la segunda guerra mundial, esencia del ser humano, memoria colectiva, comunismo, inocencia perdida, historia de rusia, chernóbil, pérdida de un ser querido.
Frases de Svetlana Alexievich Libros de Svetlana Alexievich
Frases de De una batalla perdida Svetlana Alexievich
01. Los documentos son criaturas vivas, cambian junto con nosotros.
02. El comunismo no ha muerto. El cadáver está vivo.
03. Los grandes libros están tirados y desordenados por ahí...
04. El imperio "rojo" ya no está, pero el hombre "rojo" se quedó.
05. Nunca había estado tan solo como en los primeros días de libertad.
06. Algo hay en el alma rusa que la llevó a intentar convertir esos sueños en realidad.
07. El ser humano le ha dedicado mucho tiempo a pensar en la mejor forma de matar a otro ser humano.
08. He escrito cinco libros, pero me parece que son un único libro. Un libro sobre la historia de una utopía...
09. Al contar, el ser humano crea, combate con el tiempo al igual que un escultor con el mármol. Es actor y creador.
10. Lo que más se me ha quedado en la memoria es que las mujeres no hablaban de la muerte, sino del amor.
11. Rusia es un país sin memoria, una gran extensión de amnesia total, una conciencia virgen para la crítica y la reflexión.
12. Qué nos ocurrió y qué nos está ocurriendo todavía no lo hemos comprendido, hay que decirlo en voz alta. Al menos decirlo en voz alta, para empezar.
13. Me preguntaba qué libro sobre la guerra me habría gustado escribir. Me habría gustado escribir sobre un ser humano que no dispara, que no puede abrir fuego sobre otro.
14. Siempre me ha atormentado el que la verdad no encaje en un solo corazón, en una sola cabeza. Que esté como fraccionada, que haya muchas, que sea variada y esté diseminada por el mundo.
15. Habían pasado los años, pero ellas seguían esperando: "Aunque sea sin brazos, sin piernas, pero que vuelva; lo llevaré en brazos". Sin brazos... Sin pies... Creo que ya de pequeña sabía qué era el amor.
16. El ser humano habla desde su tiempo, ¡no puede hablar desde ningún sitio! Pero es difícil penetrar en el alma humana, está cubierta de la suciedad de las supersticiones del siglo, de sus pasiones y engaños. Del televisor y los periódicos.
17. (...) En dirección a Chernóbil avanzaba maquinaria militar, se desplazaban soldados. Como siempre, el sistema funcionaba a la manera militar, bélica, pero un soldado armado con una metralleta nuevecita en ese mundo nuevo resultaba trágico. Todo lo que podía hacer era acumular grandes dosis de radiación y morir cuando regresara a casa.
18. Vivía en un país donde nos enseñaban a morir desde pequeños. Nos enseñaban la muerte. Nos decían que el ser humano existe para entregarse, para arder, para sacrificarse. Nos enseñaban a querer a la persona armada. Si hubiera crecido en otro país, no habría podido recorrer este camino. El mal no tiene piedad, hay que estar vacunado contra él.
19. Confieso que no fui libre enseguida. Fui sincera con mis héroes y ellos confiaron en mí. Cada uno de nosotros ha tenido su propio camino hacia la libertad. Antes de Afganistán, yo creía en el socialismo con rostro humano. De allí regresé libre de toda ilusión. "Perdóname, padre -le dije al encontrarnos-, me has educado en la fe en los ideales comunistas, pero basta ver una vez cómo los hasta hace nada escolares soviéticos a los que mamá y tú dabais clase (mis padres fueron maestros de aldea) matan en tierra ajena a personas desconocidas para que todas tus palabras se transformen en polvo. Somos asesinos, papá, ¿Lo entiendes? ". Mi padre se echó a llorar.
