01. La mujer tiene un solo camino para superar en méritos al hombre: ser cada día más mujer.
02. La síntesis espiritual de un país es su arte.
03. El horizonte está en los ojos y no en la realidad.
04. El nombre propio es el que marca la individualidad; el apellido, las relaciones sociales.
05. El hombre no debe seguir ciegamente un derrotero fijo.
06. El hombre es el más misterioso y el más desconcertante de los objetos descubiertos por la ciencia.
07. La sinceridad no obliga a decirlo todo, sino a lo que se diga sea lo que se piense.
08. Grande es siempre el amor maternal, pero torna en sublime cuando se mezcla con la admiración por el hijo amado.
09. El arte de un príncipe consiste en hacer el bien personalmente y el mal por segunda mano.
10. Quien vive con más desahogo no es el que tiene más, sino el que administra bien lo mucho o poco que tiene.
11. (...) Pero no hay cerebro ni corazón que se sostenga en el aire; ni hay idealismo que subsista sin apoyarse en el esqueleto de la realidad, que es, en último término, la fuerza.
12. El carácter humano es como una balanza: en un platillo está la mesura, y en el otro la audacia. El mesurado tímido y el audaz indiscreto son balanzas con un brazo, trastos inútiles.