Nicolás Maquiavelo sostiene que el poder es el fin último de la política y que los líderes deben hacer lo necesario para mantenerlo, incluso si eso significa actuar con crueldad o inmoralidad.
También se desprende de sus frases, que el poder real proviene del apoyo del pueblo y que los líderes deben ser astutos y flexibles en su ejercicio del poder.
01.Divide para reinar.
02.Todos ven lo que tú aparentas; pocos advierten lo que eres.
03.Las armas se deben reservar para el último lugar, donde y cuando los otros medios no basten.El príncipe
04.La experiencia siempre ha demostrado que jamás suceden bien las cosas cuando dependen de muchos.
05.A los hombres hay que acariciarlos o destruirlos, pues vengarán un insulto leve, pero quedarán indefensos si se les aplica un golpe duro.
06.Los hombres son tan simples, y se someten hasta tal punto a las necesidades presentes, que quien engaña encontrará siempre quien se deje engañar.El príncipe
07.El único medio seguro de dominar una ciudad acostumbrada a vivir libre es destruirla. Quien se haga dueño de una ciudad así y no la aplaste, espere a ser aplastado por ella.El príncipe
08.Un príncipe... Jamás predica otra cosa que concordia y buena fe; y es enemigo acérrimo de ambas, ya que, si las hubiese observado, habría perdido más de una vez la fama y las tierras.El príncipe
09.Hay dos maneras de combatir: una, con las leyes; otra, con la fuerza. La primera es distintiva del hombre; la segunda, de la bestia. Pero como a menudo la primera no basta, es forzoso recurrir a la segunda. Un príncipe debe saber entonces comportarse como bestia y como hombre.El príncipe
10.El odio se gana tanto con las buenas acciones como con las malas. Un príncipe, para conservar el poder, es a menudo obligado a ser perverso, porque cuando el grupo (ya sea pueblo, soldados o nobles) del que juzga necesario para mantenerse, está corrompido, es conveniente seguir su capricho para satisfacerlo, pues las buenas acciones serían tus enemigas.El príncipe
11.(...) Surge de esto una cuestión: si vale más ser amado que temido, o temido que amado. Nada mejor que ser ambas cosas a la vez; pero puesto que es difícil reunirlas y que siempre ha de faltar una, declaro que es más seguro ser temido que amado. Porque de la generalidad de los hombres se puede decir esto: que son ingratos, volubles, simuladores, cobardes ante el peligro y ávidos de lucro. Mientras les haces bien, son completamente tuyos: te ofrecen su sangre, sus bienes, su vida y sus hijos, pues -como antes expliqué- ninguna necesidad tienes de ello; pero cuando la necesidad se presenta se rebelan.El príncipe
12.Roma y Esparta se conservaron libres durante muchos siglos porque estaban armadas. Los suizos son muy libres porque disponen de armas propias. De las armas mercenarias de la antigüedad son un ejemplo los cartagineses, los cuales estuvieron a punto de ser sometidos por sus tropas mercenarias, después de la primera guerra con los romanos, a pesar de que los cartagineses tenían por jefes a sus mismos conciudadanos. Filipo de Macedonia, nombrado capitán de los tebanos a la muerte de Epaminondas, les quitó la libertad después de la victoria. Los milaneses, muerto el duque Felipe, tomaron a sueldo a Francisco Sforza para combatir a los venecianos; y Sforza venció al enemigo en Caravaggio y se alió después con él para sojuzgar a los milaneses, sus amos. El padre de Francisco Sforza, estando al servicio de la reina Juana de Nápoles, la abandonó inesperadamente; y ella, al quedar sin tropas que la defendiesen, se vio obligada, para no perder el reino, a entregarse en manos del rey de Aragón.El príncipe
Para realizar esta recopilación se tuvieron en cuenta los siguiente libros: