Las mejores frases de Napoleón Bonaparte sobre política y gobierno
Descubre las frases más impactantes de Napoleón Bonaparte sobre política y gobierno, y su visión de autoridad.
Bonaparte tenía una visión pragmática y ambiciosa sobre la política y el gobierno. Consideraba que el líder de un país debía tener una fuerte voluntad y autoridad para mantener el control y tomar decisiones efectivas.
Para él, la política no debía ser regida por ideales abstractos o teorías filosóficas, sino por la experiencia y la realidad.
Sostenía que un líder debía gobernar con mano firme, utilizando tanto el poder militar como el poder político para mantener la unidad y la obediencia dentro del país.
Frases de Napoleón Bonaparte sobre política y gobierno
01.Sin justicia, sólo hay divisiones, víctimas y opresores.
02.Las bases indispensables de la sociedad son el ocio y el lujo.
03.Para triunfar es necesario, más que nada, tener sentido común.
04.No hay subordinación en el temor que prevalece en los estómagos vacíos.
05.Nada más imperioso que la debilidad cuando se siente apoyada por la fuerza.
06.Actúo en política como en la guerra: distraigo a un flanco para batir al otro.
07.Nada va bien en un sistema político en que las palabras contradicen a los hechos.
08.Un gobierno nuevo tiene que deslumbrar y sorprender; cuando deja de brillar, cae.
09.No se gobierna con metafísica, sino con los resultados de la experiencia de siglos.
10.A los hombres se les debe gobernar con guante de acero dentro de guante de terciopelo.
11.Al morir dejo dos vencedores, dos Hércules en ciernes: Rusia y Estados Unidos de América.
12.El gobernante debe tener energía sin fanatismo, principios sin demagogia y severidad sin crueldad.
13.El gobierno debe organizar la educación de modo que pueda controlar las opiniones políticas y morales.
14.Nuestro ridículo defecto nacional es no tener mayor enemigo de nuestro éxito y de nuestra gloria que nosotros mismos.
15.No soy ni mucho menos ateo, pero no puedo creer todo lo que me dicen en contra de mi razón sin ser falso e hipócrita.
16.¿Cómo se puede tener orden en un estado sin religión? La religión es un formidable medio para tener quieta a la gente.
17.No tengo más que al pueblo y a los militares hasta el grado de capitán; el resto me temen, pero no puedo contar con ellos.
18.No hay que temer a los que tienen otra opinión, sino a aquellos que tienen otra opinión pero son demasiado cobardes para manifestarla.
19.A partir de ahora, la verdadera fuerza de la República francesa ha de consistir en no admitir que exista una sola idea nueva que no le pertenezca.
20.Me encanta el poder. Pero lo amo como a un artista. Me encanta como el músico ama a su violín, para extraer de él sus sonidos, acordes y armonías.
21.Es necesario que la moral y las ideas políticas de la generación que está formándose dejen de depender de la noticia del día o de las circunstancias del momento.
22.Para dirigir bien la política es necesario hacerlo sin pasión. Recelad del odio; escuchadlo todo y no os pronunciéis jamás sin haber dado a la razón tiempo para volver.
23.Las personas que debemos temer no son las que no están de acuerdo con nosotros. Debemos temer las que no están de acuerdo y son demasiado cobardes para darlo a entender.
24.Inglaterra y Francia tuvieron en sus manos la suerte del mundo, sobre todo la de la civilización europea. Cuánto mal nos hemos hecho y cuánto bien podríamos habernos hecho.
25.No hay ningún general que no crea tener los mismos derechos al trono que yo. No hay ningún hombre influyente que no crea haber dirigido mi marcha el 18 de Brumario. Estoy obligado, pues, a ser muy severo con estos hombres. Si me familiarizase con ellos no tardarían en repartirse mi poder y el tesoro público. No me quieren, pero me temen, y eso es suficiente.
