Disfruta de estas 21 frases de "Viaje al centro de la Tierra"... Novela que gira en torno a la expedición de un profesor de mineralogía, Otto Lidenbrock, su sobrino Axel y un guía llamado Hans al interior de la Tierra.
Índice
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en las frases y pensamientos de "Viaje al centro de la Tierra", de Julio Verne son: ambientada en copenhague (dinamarca), ciencia ficción, ciencia y experimento, expedición, fuego, mundo perdido, ficción subterránea, novela científica, teoría intraterrestre, creencia en la tierra hueca.
Frases de "Viaje al centro de la Tierra"
01. ¡El tiempo, que transcurre con una rapidez desesperante!
02. Cuando la ciencia ha hablado, no se puede replicar.
03. Un sordo acabaría aquí por oír perfectamente.
04. (...) Nombres rudos que lastimarían los labios de un poeta.
05. ¡Qué inmensa estupefacción y terror se apoderaron de mí!
06. La razón sobre vosotras no ejerce el menor poderío.
07. ¡Siempre es bueno para un hombre el haberse distinguido por alguna gran empresa!
08. ¿No tratas de disuadirme con objeto de que renuncie a semejante expedición?
09. ¡Qué viaje tan hermoso es el que vas a emprender! Tan inesperadas palabras lograron sobresaltarme.
10. El que se encierra entre cuatro paredes acaba por perder la facultad de asociar las ideas y las palabras.
11. Luchaba, pues, contra una dificultad insuperable; mi cerebro echaba fuego, mi vista se obscurecía de tanto mirar el papel.
12. (...) Pero su gran impaciencia no le permitía aguardar, y trataba de ir más aprisa que la misma naturaleza.
13. La ciencia es eminentemente susceptible de perfeccionamiento y cada teoría es a cada momento obstruida por otra teoría nueva.
14. Enseñaba subjuntivamente, según una expresión de la filosofía alemana; enseñaba para él, y no para los otros.
15. ¡Ah, mujeres! ¡Corazones femeninos, incomprensibles siempre! Cuando no sois los seres más tímidos de la tierra, sois los más arrojados.
16. Mientras el corazón lata, mientras la carne palpite, no me explico que un ser dotado de voluntad se deje dominar por la desesperación.
17. En el momento de salir del pequeño puerto, mi tío, que asignaba una gran importancia a la nomenclatura geográfica, quiso darle mi nombre.
18. Los objetos exteriores ejercen una acción real sobre el cerebro. El que se encierra entre cuatro paredes acaba por perder la facultad de asociar las ideas y las palabras.
19. - ¡El mar! -exclamé. - Sí -respondió mi tío-. ¡Es el mar Lidenbrock, y quiero creer que ningún navegante me disputará el honor de haberlo descubierto y el derecho a darle mi nombre!
20. Sobre la superficie de la tierra, en las noches más tenebrosas, la luz no abandona jamás sus derechos por completo; se difunde, se sutiliza, pero, por poca que quede, acaba por percibirla la retina.
21. -¡Cómo! ¿Cree usted que existe algún medio de salvación? -Sí, por cierto. Mientras el corazón lata, mientras la carne palpite, no me explico que un ser dotado de voluntad se deje dominar por la desesperación.
