19. Estoy tentado de ignorar al hijo de puta. Los colegas son una puta pérdida de tiempo. Siempre están dispuestos a arrastrarte hasta su nivel de mediocridad social, sexual e intelectual.
20. Los servicios sociales estarán al tanto de sus progresos. Aunque pueda aceptar que el cannabis que tenía usted en su posesión era para uso personal, no puedo exculpar el empleo de una droga ilegal; aun cuando usted alegue tomarla para combatir la depresión que sufre como resultado de su abstinencia de heroína. Por hallarse en posesión de esta droga controlada, será multado con cien libras. Le sugiero que en el futuro busque otros modos de combatir la depresión.
21. Elige la vida. Elige pagar hipotecas; elige lavadoras; elige coches; elige sentarte en un sofá a ver concursos que embotan la mente y aplastan el espíritu, atiborrándote la boca de puta comida basura. Elige pudrirte en vida, meándote y cagándote en una residencia, convertido en una puta vergüenza total para los niñatos egoístas y hechos polvo que has traído al mundo. Elige la vida. Pues bien, yo elijo no elegir la vida. Si los muy cabrones no pueden soportarlo, ése es su puto problema.
22. Gilbert era un profesional que llevaba mucho tiempo dedicándose al tráfico de drogas. Era capaz de comprar y vender cualquier cosa. Para él, era un asunto estrictamente de negocios, y se negaba a diferenciarlo de cualquier otra actividad empresarial. La intervención estatal bajo la forma de la policía y los tribunales constituía únicamente otro riesgo comercial. Era, no obstante, un riesgo que merecía la pena correr, teniendo en cuenta los extraordinarios beneficios. Un clásico intermediario, Gilbert era, por la naturaleza de sus contactos y su capital-riesgo, capaz de procurar drogas, almacenarlas, cortarlas y venderlas a distribuidores menores.
23. La consecuencia de esta actitud es que me han enviado a esta mierda de terapia-consejos. Yo no quería todo esto. Era o esto o la cárcel. Empiezo a pensar que a Spud le tocó la opción blanda. Esta mierda me enturbia las aguas; confunde en vez de clarificar las cuestiones. Básicamente, lo único que pido es que cada cual se ocupe de sus propios asuntos y yo haré otro tanto. ¿Por qué será que sólo porque uno utiliza drogas duras todo quisque se cree con derecho a diseccionarle y analizarle? Una vez que aceptas que tienen ese derecho, te unirás a ellos en la búsqueda de ese santo grial, esa cosa que te hace funcionar. Entonces les escucharás, y te dejarás embaucar hasta creerte cualquier teoría sacada del culo que escojan atribuirte sobre tu conducta. Entonces eres suyo, no tuyo; la dependencia se desplaza de la droga a ellos. La sociedad inventa una lógica falsa y retorcida para absorber y canalizar el comportamiento de la gente cuyo comportamiento está fuera de los cánones mayoritarios.