
23 frases de Todo se desmorona (Things fall apart) de Chinua Achebe... Cuando Okonkwo, un gran guerrero, regresa de su exilio, encuentra su aldea repleta de misioneros y gobernadores británicos. Su mundo se desintegra por completo.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Chinua Achebe son: colonialismo, áfrica, nigeria, persecución religiosa, opresión, independencia, falta de libertad, convivencia con el invasor, mantenerse fiel a las convicciones, traidores.
Frases de Chinua Achebe Libros de Chinua Achebe
Frases de Todo se desmorona Chinua Achebe
01. Por muy próspero que fuera un hombre, si no era capaz de dominar a sus mujeres y sus hijos (y especialmente a sus mujeres) no era un hombre de verdad.
02. Las primeras lluvias llegaron tarde, y cuando llegaron no duraron más que un momento. Volvió el sol cegador, más ardiente de lo que nadie recordara, y quemó todo el verdor que había aparecido can las lluvias.
03. Pero no era hombre que fuera diciendo a sus vecinos que había cometido un error. Y por eso la gente decía que no respetaba a los dioses del clan. Sus enemigos decían que la buena fortuna se le había subido a la cabeza.
04. No te desesperes. Sé que no vas a desesperarte. Tienes un corazón viril y orgulloso. Un corazón orgulloso puede sobrevivir a un fracaso general, porque ese fracaso no afecta a su orgullo. Es más difícil y resulta más amargo cuando se fracasa a rolar.
05. ¿Entiende el hombre blanco nuestras costumbres acerca de la tierra? ¿Cómo va a entenderlas, cuando ni siquiera habla nuestro idioma? Pero dice que nuestras costumbres son malas, y nuestros propios hermanos que han adoptado su religión también dicen que nuestras costumbres son malas. ¿Cómo crees que podemos luchar, cuando nuestros propios hermanos se han vuelto contra nosotros?
06. El hombre blanco es muy listo. Llegó aquí tranquilo y pacífico, con su religión. Nos reímos de sus tonterías. Y le dejamos quedarse. Ahora se ha llevado a nuestros propios hermanos y nuestro clan ya no puede actuar unido. Ha metido un cuchillo en las cosas que nos mantenían unidos y nos hemos derrumbado.
07. No pedimos riqueza, porque el que tiene salud e hijos también tendrá riqueza. No rezamos para tener más dinero, sino para tener más parientes. Somos mejor que los animales porque tenemos parientes. Un animal se frota el flanco contra un árbol cuando le pica, pero un hombre pide a su pariente que se lo rasque.
08. Todos hemos de vivir. Recemos por la vida, hijos, por una buena cosecha y por la felicidad. Tendréis lo que os conviene y yo tendré lo que me conviene. Que el milano vuele y que la garceta vuele también. Si uno dice que no al otro, que se le rompan las alas.
09. Y ahora ya habían llegado las lluvias, tan densas y persistentes que incluso el hacedor de lluvia del pueblo dijo que ya no podía intervenir. Ya no podía detener la lluvia, igual que no trataría de provocarla en medio de la temporada seca, sin que su salud corriera grave peligro.
10. Los tambores batían, las flautas cantaban y los espectadores contenían el aliento. Amalinze era un luchador muy astuto, pero Okonkwo era más escurridizo que el pez en el agua. En los brazos de ambos resaltaban cada nervio y cada músculo, igual que en las espaldas y los muslos, y casi se podía oír cómo todo se tensaba hasta casi romperse. Al final, Okonkwo derribó al Gato.
11. La tierra de los vivientes no estaba muy alejada del dominio de los antepasados. Entre ambos mundos había constantes idas y venidas, especialmente en los festivales, y también cuando moría un anciano, porque los ancianos estaban muy cerca de los antepasados. La vida de un hombre, desde el nacimiento hasta la muerte, era una serie de ritos de transición que lo acercaban cada vez más a sus antepasados.
12. (...) El hombre blanco también era su hermano, porque todos eran hijos de Dios. Y les habló de aquel nuevo Dios, el Creador de todo el mundo y de todos los hombres y todas las mujeres. Les dijo que ellos adoraban a dioses falsos, dioses de madera y de piedra. Cuando dijo eso recorrió la multitud un profundo murmullo. Les dijo que el verdadero Dios vivía en las alturas y que todos los hombres, al morir, se presentaban ante El para que los juzgara. Los malos y todos los paganos que en su ceguera se prosternaban ante pedazos de madera y de piedra se veían lanzados a un fuego ardiente como el aceite de palma. Pero los buenos que adoraban al verdadero Dios vivían eternamente en su reino de la felicidad.
13. No puedo vivir a la orilla de un río y lavarme las manos con saliva.
14. El sol calentará a quienes están de pie antes que a quienes se arrodillan ante ellos.
15. No hay ninguna historia que no sea cierta... El mundo no tiene fin, y lo que a unos les parece bueno a otros les parece una abominación.
16. (...) Pero en ti puedo confiar. Lo sé con sólo mirarte. Como decían nuestros padres, por su aspecto se sabe cuándo está maduro el maíz.
17. (...) Era como empezar una nueva vida, sin el vigor ni el entusiasmo de la juventud, como aprender a usar la mano izquierda a una edad avanzada.
18. Cuando un hombre está en paz con sus dioses y sus antecesores, su cosecha será buena o mala según la fuerza de su brazo.
19. (...) Nunca mostraba ninguna emoción abiertamente, salvo la emoción de la cólera. El mostrar afecto era una señal de debilidad.
20. Como dice nuestro pueblo, el que muestra respeto a los grandes inicia el camino de su propia grandeza.
21. (...) Pero ya se estaban empezando a difundir rumores de que el hombre blanco no sólo había traído una religión, sino también un gobierno.
22. Cuando brilla la luna a los cojos les entran ganas de salir a dar un paseo.
23. En tantos años como llevaba trabajando para llevar la civilización a diversas partes de África, había aprendido varias cosas. Una de ellas era que un Comisario de Distrito no debía asistir nunca a tareas tan poco edificantes como la de bajar a un ahorcado del árbol del que colgaba. Tal atención haría que los indígenas le tuvieran poco respeto. En el libro que estaba pensando en escribir iba a insistir en ese aspecto. Al volver al tribunal iba pensando en aquel libro. Cada día recogía más material. La historia de este hombre que había matado a un ujier y se había ahorcado resultaría interesante de leer. Casi se podría escribir todo un capítulo a su respecto. Bueno, quizá no todo un capítulo, pero en todo caso un párrafo bastante largo.