
13 frases de Todo lo que era sólido de Antonio Muñoz Molina... Libro de Antonio Muñoz Molina.
Frases de Antonio Muñoz Molina
Frases de Todo lo que era sólido Antonio Muñoz Molina
01. La democracia misma nos hizo demócratas, y no de un día para otro. Pero era tan frágil, tenía unas raíces tan débiles, había nacido en condiciones tan difíciles, que no podía calar de verdad, a no ser que se hubiera hecho lo que no se hizo, un inmenso esfuerzo pedagógico, una tentativa de convertir cuanto antes en tradición lo que todavía estaba recién inventado. Se pueden improvisar las constituciones y las leyes electorales, pero no los hábitos que tardan mucho tiempo en formarse, en calar en la vida y en la conciencia de las personas, en el pensamiento, en los actos diarios.
02. La corrupción, la incompetencia, la destrucción especulativa de las ciudades y de los paisajes naturales, la multiplicación alucinante de obras públicas sin sentido, el tinglado de todo lo que parecía firme y próspero y ahora se hunde delante de nuestro ojos: para que todo eso fuera posible hizo falta que se juntaran la quiebra de la legalidad, la ambición de control político y la codicia -pero también la suspensión del espíritu crítico inducida por el atontamiento de las complacencias colectivas, el hábito perezoso de dar siempre la razón a los que se presentan como valedores y redentores de lo nuestro.
03. (...) En ningún otro campo profesional se puede llegar más lejos careciendo de cualquier cualificación, conocimiento o habilidad verificable. Se puede dirigir un hospital y hasta ser ministro de sanidad sin tener la menor noción de medicina, y ocupar un puesto de alto rango en la política internacional sin hablar ningún idioma extranjero.
04. Creemos que ocupan posiciones tan levantadas de poder porque son muy inteligentes. En realidad nos parecen muy inteligentes tan sólo porque tienen un poder inmenso.
05. Lo aprobado por un gobierno queda en suspenso o es desarbolado cuando llega el gobierno de otro partido; los nuevos cargos aspiran sobre todo a borrar la huella de los anteriores; el dinero y el esfuerzo gastados se vuelven estériles.
06. Lo que en otro tiempo duraba cinco días empezó a durar una semana y media. La fiesta modesta de una sola tarde se expandió a una semana entera, convertida en una mezcla de juerga sin pausa y acontecimiento oficial. El carnaval que se había extinguido por aburrimiento o decadencia hacía un siglo se decidía que en realidad había sido proscrito por el franquismo, y que por lo tanto era obligatorio recuperarlo.
07. Y si hay algo en España de lo que no se puede disentir es del totalitarismo de la fiesta, en el que se confunden con entusiasmo idéntico la izquierda y la derecha.
08. En España es posible predecir con mucho menos margen de error el catálogo entero de las ideas políticas y religiosas y hasta de los gustos estéticos de muchas personas sin tener más información que la emisora de radio que escuchan o el periódico que leen.
09. Para entender lo que ha pasado todos estos años en España hay que leer (...) a Cervantes (...) la segunda parte del Quijote que transcurre en el palacio de los duques y sobre todo uno de los entremeses, el de "El retablo de las maravillas".
10. En el periódico de hace cinco años el vicepresidente de Cataluña viaja a la India con un séquito de veinte personas: en el de hoy la Generalitat anuncia que cobrará un estipendio a los alumnos que usen los comedores de las escuelas aunque se lleven la comida a casa.
11. Cuando la barbarie triunfa no es gracias a la fuerza de los bárbaros sino a la capitulación de los civilizados.
12. De la necesidad de aprovecharlo todo se pasó en muchos casos a la costumbre caprichosa de desperdiciarlo todo. La misma generación que creció sin derechos quiso inventar un mundo en el que no parecían existir deberes.
13. Como la salud y la educación de las personas son más necesarias que el entretenimiento o que el adoctrinamiento político habría que cerrar las innumerables televisiones oficiales antes que reducir ni un céntimo los presupuestos de enseñanza o los de sanidad. Y no debería importar que alguien fuera de izquierdas o de derechas o españolista o separatista para escandalizarse por igual de que se gaste mucho menos dinero en investigación científica que en fiestas patronales o en subvenciones a partidos de fútbol, a corridas de toros, a procesiones religiosas.