Disfruta de estas 26 frases de "Siddhartha"... Historia de la búsqueda que realiza un hombre hindú para alcanzar la sabiduría. Un hombre para quien el camino de la verdad pasa por la renuncia y la comprensión de la unidad que subyace en todo lo existente.
Índice
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en las frases y pensamientos de "Siddhartha", de Hermann Hesse son: nirvana, budismo, sabiduría, búsqueda de conocimiento, búsqueda de la verdad, dolor, felicidad, esencia del ser humano, paz interior.
Frases de "Siddhartha"
01. Las palabras no sirven para explicar un sentido secreto.
02. El mundo mismo, lo que existe a nuestro alrededor y en nuestro propio interior, nunca es unilateral.
03. Fuera del nirvana no existe nada más: únicamente palpita el vocablo nirvana.
04. Nirvana no es tan sólo un término. Nirvana es un pensamiento.
05. ¿No había acaso muerto de verdad, desapareciendo para renacer bajo una forma nueva?
06. Quiero aprender de mí mismo, deseo ser mi discípulo, conocerme.
07. Había vivido la vida del mundo y de los placeres, pero sin formar parte de esa existencia.
08. Respiró profundamente y, por un momento, al sentir frío, se estremeció. Nadie estaba tan solo como él.
09. Es un breve escaparse del dolor de ser yo, una breve narcosis contra el dolor y lo absurdo de la vida.
10. ¡No tengo derecho a juzgar la vida de otro! Tan sólo para mí, únicamente para mí he de juzgar, elegir, rechazar.
11. Encontramos consuelo, alcanzamos la narcosis, aprendemos artes para engañarnos. Pero lo esencial, el camino de los caminos, ese no lo hallaremos.
12. Bello y gozoso era el caminar por este mundo, de manera tan infantil, tan despierta, tan abierta a lo cercano, tan confiada.
13. Olía todo a hipocresía, todo aparentaba tener sentido y felicidad y belleza, mas, sin embargo, todo era ignorancia y putrefacción.
14. Lo blando es más fuerte que lo duro; el agua es más fuerte que la roca, el amor es más fuerte que la violencia.
15. El saber es comunicable, pero la sabiduría no. No se la puede hallar, pero se la puede vivir, nos sostiene, hace milagros: pero nunca se la puede explicar ni enseñar.
16. Le habían capturado el mundo, el placer, las exigencias, la pereza y, por último, también, aquel vicio que por ser el más insensato, siempre había despreciado más: la codicia.
17. Es lo que los necios llaman magia y creen que es obra de demonios. Nada es obra de los malos espíritus, estos no existen. Cualquiera puede ejercer la magia si sabe pensar, esperar, ayunar.
18. Caminaba el buda con una sonrisa escondida, sosegada, tranquila, parecida a la de un niño sano; llevaba el hábito y hacía sus pasos igual que todos los monjes, según unas reglas exactas.
19. Tantas personas, tantos miles de personas poseen la más dulce felicidad. ¿Y por qué yo no? Incluso son personas malas, bandidos y ladrones, y tienen hijos y los aman, y son amados por ellos. Únicamente yo no lo tengo.
20. Durante muchos años creyó solamente en el río, y en nada más. Había observado que la voz del río le hablaba; de ella aprendió, la voz lo fue educando e instruyendo, el río era su Dios.
21. Puedo amar a una piedra, a un árbol o a su corteza. Son objetos que pueden amarse. Pero no a las palabras. Por ello, las doctrinas no me sirven, no tienen dureza, ni blandura, no poseen colores, ni cantos, ni olor, ni sabor, no encierran más que palabras.
22. El mundo no es imperfecto ni se encuentra en vías de un lento perfeccionamiento. No, es ya perfecto en cada instante: cada pecado lleva en sí la gracia, en cada niño alienta ya el anciano, todo recién nacido contiene en sí la muerte, todo moribundo, la vida eterna.
