
13 frases de Semillas de contemplación (Bread in the wilderness) de Thomas Merton... Lúcidas reflexiones en torno a la experiencia cristiana de la contemplación, en el marco de la tradición mística de la Iglesia, pero con la virtud de traducir en un lenguaje actual los grandes temas de la espiritualidad.
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Frases de Semillas de contemplación Thomas Merton
01. Adorarnos a nosotros mismos es no adorar nada. Y la adoración de la nada es el infierno.
02. Los árboles y los animales no tienen problemas. Dios los hace tales como son sin consultarles, y ellos están perfectamente satisfechos. Con nosotros es distinto. Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca.
03. Una palabra no será nunca capaz de comprender la voz que la pronuncia.
04. No hay verdadera paz posible para el hombre que todavía imagina que algo accidental de talento, gracia o virtud lo separa de los demás hombres y lo coloca por encima de ellos.
05. Para llegar a ser yo mismo, debo dejar de ser lo que siempre pensé que deseaba ser, y para hallarme a mí mismo debo salir de mí.
06. Nunca podré hallarme a mí mismo si me aíslo del resto de la humanidad como si fuera un ser de otra clase.
07. El placer arde con fuego dulce, devorador.
08. No hay otra verdadera soledad que la soledad interior.
09. Los santos aman su santidad, no porque los separe del resto de nosotros y los ponga sobre nosotros, sino al contrario, porque los acerca a nosotros y en cierto modo los pone debajo de nosotros.
10. En cuanto empiezas a tomarte en serio e imaginas que tus virtudes son importantes porque son tuyas, quedas prisionero de tu propia vanidad, y aun tus mejores obras te cegarán y engañarán.
11. Cuando la humildad libra a un hombre del apego a sus propias obras y a su propia reputación, descubre que el gozo perfecto es sólo posible cuando nos hemos olvidado completamente de nosotros mismos.
12. Una de las mayores paradojas de la vida mística es ésta: nadie puede penetrar en el más hondo centro de sí mismo y llegar por este centro hasta Dios, si no es capaz de salir enteramente de sí mismo y vaciarse de sí y entregarse a otros en la pureza de un abnegado amor.
13. La soledad más verdadera no es algo externo a ti, no es ausencia de hombres y sonidos en torno tuyo: es un abismo que se abre en el centro de tu alma.