7 frases de Salto mortal (Chugaeri) de Kenzaburo Oe... Dos ex líderes de una secta religiosa intentan establecer un nuevo movimiento, una posible catástrofe nuclear, y las demás sectas religiosas de nuestros días.
Frases de Salto mortal Kenzaburo Oe
01. Una vez que se ha pensado algo, es inevitable la mediación del lenguaje.
02. Las cosas sólo se pueden entender correctamente cuando se capta su espíritu mismo con pureza, lejos de las palabras e imágenes que las representan.
03. Guiador es quien me ha hecho ver que no puedo hacer eso, al tiempo que me ha aconsejado poner lo experimentado en palabras, y me ha ayudado a ello.
04. (...) Había abrigado el presentimiento -por una dialéctica afín a la de los sueños- de que su deseo no llevaba camino de realizarse, pero -al mismo tiempo- de que con toda certeza se realizaría.
05. La facultad de decidir se la confío a mis sentidos. Para encontrar los temas de mi música recorro ese mismo proceso. Por consiguiente, nada de esto guarda relación con una inspiración poética ni cosa parecida.
06. Un salvador de la humanidad, antes de cumplir las profecías que se han hecho -es decir: antes de asumir la labor de liberar a este mundo caído, y de conducir a su pueblo directamente a un plano sobrenatural-, tiene que bajar una vez a los infiernos. Todo va ligado a esa manera de pensar. Pues antes del Salto Mortal esa gente nos estaba llamando Salvador y Profeta...
07. Profesor, ¿Es usted homosexual? A veces me he preguntado si no estaría usted preparando una relación conmigo de ese tipo, y, suponiendo que con esa intención me hubiera tratado tan amablemente, acabaríamos llegando a las manos de mala manera, zurrándole yo bien por mi parte. Pero ya no tengo esas ideas tan hostiles. Y como hoy es el último día, si quiere hacer algo conmigo en la línea homosexual, no por eso voy a guardarle rencor... esto es lo que he pensado; y aquí tiene mi cuerpo, tal como usted me ve... Kizu sintió que de súbito lo invadía una conmoción equivalente a la del viejo dicho del país: "un lamento que te destroza las entrañas". Se puso de pie. Ante ese movimiento suya, el joven, que estaba en pie protegiendo sus genitales con ambas manos, se vio aún más movido a la actitud de autodefensa; y esto a su vez hirió a Kizu en su orgullo. Kizu logró lanzar esta voz desde su garganta reseca: - ¡No hay nada de eso! Ni yo sé nada, ni tengo práctica de amar a los de mi mismo sexo. Sin embargo, y hablando de tu cuerpo, es verdaderamente de una gran belleza, y yo he venido experimentando cierto movimiento de atracción por él. No es que tenga plan alguno en perspectiva, pero aunque sea lastimoso confesarlo, desde el fondo de mí mismo estaba esperando algo. Quizás sea porque estoy en esa época crítica de la vida. Y eso viene a ser todo.