16 frases de Recuerdos de un callejón sin salida de Banana Yoshimoto... Cinco relatos, cinco personajes que, tras vivir momentos dolorosos, se preguntan sobre el sentido de la vida, y sobre la posibilidad de ser felices.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Banana Yoshimoto son: sentido de la vida, búsqueda de sentido, felicidad, dolor, emociones, superación de las dificultades, recuerdos, valor de la amistad, infidelidad, traición, volver a enamorarse.
Frases de Recuerdos de un callejón sin salida Banana Yoshimoto
01. (...) Tú y yo vamos a construir un hogar juntos y prefiero afrontar el futuro con alegría y no pensar demasiado en el pasado.
02. A veces pienso que quizá las criaturas demasiado puras tienen una vida corta, como un hermoso gato de un blanco inmaculado o un ave de plumas casi transparentes.
03. En este mundo, cada uno tiene su particular abismo. Mis desgracias o las tuyas son nimias, en el mundo hay cosas mucho peores, cosas que, si nos ocurrieran a nosotros, nos destrozarían y nos matarían al instante. Porque nosotros gozamos de una situación bastante feliz y aventajada. Y no hay que avergonzarse de ello.
04. La felicidad llega sin llamar a la puerta, al margen de las situaciones y circunstancias que la rodean a una, con una independencia casi cruel. No importa en qué situación te halles o con quién estés.
05. Tienes todo el futuro por delante, así que ¿Por qué no buscas un empleo mejor pagado, ahorras y te vas a estudiar al extranjero? Vivir así, siempre a la sombra de los padres, acaba hartándote y limitando tus posibilidades.
06. Sólo siento que me encuentro terriblemente sola y, sin embargo, como sé que alguien, en alguna parte, está experimentando lo mismo que yo, tengo la impresión de no estar sola. Soy incapaz de decir si eso es algo bueno o malo. Sólo observo. Sólo siento.
07. Miré una y otra vez al cielo, absorta en esos pensamientos. "Estoy aquí, ahora, con mi cuerpo, mirando al cielo. Éste es mi espacio". Absorta en esa vida a la que mi cuerpo sólo daría cobijo una vez, bella como el crepúsculo que resplandecía a lo lejos.
08. Hasta ahora, yo pensaba que todo esto me había ocurrido porque me había equivocado en algo. Pero ahora me doy cuenta de que mi felicidad depende de todo lo que siempre me ha rodeado, pase lo que pase siempre será así, y por eso quiero regresar y empezar de nuevo.
09. Nunca se sabe lo que puede suceder en el futuro, porque las vidas sin problemas no existen, por lo tanto no era improbable que volviera a vivir circunstancias parecidas. Y entonces quizá volviera a recaer y a perder los nervios. Sin embargo, la vida transcurría sin que yo me dejara embargar por la preocupación.
10. Yo siempre había estado convencida de que no ocupaba un espacio demasiado grande en el mundo. Cuando alguien se va, todos, tarde o temprano, acaban por acostumbrarse. Eso es así, sin duda alguna. Pero cuando me imaginaba a las personas a las que yo amaba viviendo en un mundo sin mí, se me saltaban las lágrimas.
11. La sensación de no ver el final del túnel todavía no se había disipado. En esos días, yo tenía que contentarme con el presente, porque temía que, si apartaba la mirada de él, la pena me embargaría, y, sin embargo, precisamente eso contribuía a ese extraño estado de felicidad.
12. Desde la ventana se veía el río. Los ríos son algo enigmático y siempre esconden una espantosa amenaza. Aunque cuando el cielo estaba despejado el agua fluía con un suave murmullo y el sol que iluminaba la orilla realzaba el verde de la vegetación que allí crecía, por alguna razón siempre lo asociaba a algo oscuro, profundo y amedrentador. Sin embargo, cuando me iba de viaje y visitaba otras ciudades, si no tenían río me resultaban tremendamente insulsas. Quizás, a causa de mi carácter sereno, necesitaba ver algo en movimiento.
13. Querer renunciar a todo por lo que te ha ocurrido sería un acto de arrogancia.
14. Los niños que sufren malos tratos son capaces de separar el dolor físico del dolor del corazón.
15. Son muchos los que ni siquiera hacen el esfuerzo de imaginar el tesoro que duerme en el corazón de los demás.
16. El pavor que infunde el río es el pavor y la inmensidad inescrutable que suscita el fluir del tiempo.