Frases de Odile

Odile

17 frases de Odile de Raymond Queneau... Historia de un joven confundido, que emprende un periplo para descubrir a qué quiere consagrar su vida, qué y quién merecen su interés o su amor y darle un sentido a todo lo que hace.

Frases de Raymond Queneau Libros de Raymond Queneau

Frases de Odile Raymond Queneau

01. Podemos proponer la infancia como un "ideal" a condición de que no sea por defecto sino por excelencia, no porque seamos incapaces de convertirnos en adultos sino porque al contrario hemos realizado todas las posibilidades de ese estado.


02. Está cohibido, camarada. La revolución no se hace con tímidos.


03. Los números son realidades. ¡Los números existen! Existen tanto como esta mesa, más que esta mesa, ejemplo sempiterno de los filósofos, infinitamente más que esta mesa ¡Bang!


04. Todavía me quedaba una vergüenza por vencer: necesitaba reconquistar mi sencillez humana.


05. Ser un hombre en el mundo en el que debía vivir, ésa era ya una tarea ardua y difícil, cuanto más difícil que morderse los dientes o caminar patas arriba.


06. La revolución debía inspirarse en estados contraracionales como el sueño, la ebriedad y ciertas variantes de la locura.


07. Ataduras rotas, ilusiones perdidas, había dejado atrás mi temor a la enfermedad, ya no me daba miedo ser "normal".


08. Hay dos formas de no poseer una cualidad: por incapacidad o por desdén: porque nos encontramos en un plano superior o bien porque nos encontramos en un plano inferior.


09. Cuando está enamorado de una mujer, no se fija en ninguna otra.


10. Había construido una choza con los escombros de mi ambición; ahora debo salir de aquí, el viento la ha dispersado. Ya no tengo refugio, nunca lo tuve. La verdad es dura.


11. Nuestras excusas mutuas se prolongaron un rato más y nos separamos con un cordial apretón de manos.


12. Volvía a Francia, no para padecer una existencia vaciada de toda realidad por mi deseo de infortunio sino para luchar y vencer, para reconquistar lo que creía haber perdido: el amor de una mujer.


13. Jugaba al matemático. Confundía castillos de arena con construcciones algebraicas y puzzles con teoremas de geometría. Y mis castillos de arena se venían abajo y mis puzzles se descomponían sin esbozar ninguna figura.


14. La Revolución del Espíritu se consuma en todos los ámbitos.


15. Todos tenemos en nosotros facultades proféticas, pero no a todos nos es dado descubrirlas. Es preciso que la razón se calle y que la inteligencia se oscurezca, hay que dejarse arrastrar hacia los abismos del infrapsiquismo, entonces conocemos el futuro.


16. Más de una vez perdí el rastro de mi existencia y mi delirio tomaba la forma de cifras y aquellas cifras expresaban números de propiedades hostiles y malignas. Se coagulaban, se disolvían, se diversificaban, se corrompían como vulgares seres vivos o productos químicos. Se agitaban locamente sin que yo interviniese en sus cabriolas o vuelos rasantes.


17. El verdadero poeta no se encuentra nunca "inspirado": está precisamente por encima de ese más y de ese menos, iguales a sus ojos, que son la técnica y la inspiración; Iguales porque domina ambas a la perfección. El verdadero inspirado nunca está inspirado: lo está siempre; No busca la inspiración ni se irrita contra técnica alguna.

Obras similares

Obras que comparten tramas, ideas o sucesos históricos con "Odile" de Raymond Queneau.

Síguenos