17 frases de No lo olvides jamás (N'oublier jamais) de Michel Bussi... Un muchacho llamado Jamal y una bella suicida. Cuando la policía encuentra el cadáver de la desconocida, lleva la bufanda de Jamal y presenta signos de abuso sexual. Él es el único testigo. ¿Le crees?.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Michel Bussi son: venganza, suicidio, violación, inocencia, testigo, ficción con policías, ficción con personas con discapacidad, conspiración, manipulación, asesino en serie, culpabilidad.
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Frases de No lo olvides jamás Michel Bussi
01. Una certeza me taladraba el corazón.... La policía quería tenderme una trampa. A cualquier precio.
02. ¿Sería capaz de una hazaña semejante? ¿De llegar al límite de mí mismo hasta olvidar el dolor?
03. En el Instituto Saint-Antoine había oído hablar de este tipo de patología a los psicólogos decenas de veces. De los niños que negaban las atrocidades de las que habían sido víctimas. No, sus padres no eran unos violadores. No, ellos no habían sufrido tocamientos. Sí, querían volver a vivir en su casa. Esos niños se construían otra vida, más soportable. Al menos en su mente.
04. O bien es peligroso y se hace respetar la ley, o bien no lo es y dejan que la gente coja mejillones...Pero prohibir tolerando..., no hay nada más hipócrita, ¿No le parece?
05. El cuerpo de la chica ya no era más que un trozo de acantilado encallado que el mar se encargaría de esculpir para que se fundiera con el decorado, para el resto de la eternidad.
06. Una anciana llevaba atado en el extremo de una correa interminable a un perrito ridículo, tipo juguete de los que funcionan con pilas y mando a distancia, pretencioso hasta el punto de insultar a las gaviotas con sus ladridos histéricos.
07. Para que un día la moneda caiga de tu lado, simplemente hay que jugar, con frecuencia, mucho, repetir, siempre. Insistir. No es más que una cuestión de probabilidad. Y quizá también, a fin de cuentas, de suerte.
08. Programaron la boda para el 2 de octubre de 2004. El cadáver de Myrtille llevaba en el anular su anillo de compromiso. Habría habido mucha gente en la boda de Myrtille. Mucha, pero quizá no tanta como hubo en su entierro.
09. Saqué el King Cobra del bolsillo. Me lo acerqué a la sien y allí lo mantuve largos segundos. Se me agarrotaron los dedos sobre la culata helada, incapaces de doblarse más. Tiré el revólver sobre el lecho de flores de manzano. Esperaría hasta que me juzgaran. Otros me mostrarían qué clase de monstruo era.
10. Durante mucho tiempo no tuve suerte. A fuerza de que el azar se inclinara siempre hacia el mismo lado, nunca el mío, llegué a imaginar la vida como una especie de gigantesca conspiración, compuesta únicamente por miembros que habían prestado juramento de aliarse contra mí, y encabezada por una especie de dios semejante a un profesor sádico que se ensaña con el más débil de la clase.
11. La bufanda se le escapó de las manos. Lo que sucedió a continuación duró menos de un segundo. La mirada de la chica se clavó en él, indeleble: la de una chica en la ventanilla de un tren que se pone en marcha, la de la fatalidad. - ¡Nooo! -gritó Jamal. Lo último que vio fue la bufanda roja de cachemira flotando entre los dedos de la chica. Un instante después esta cayó al vacío. La vida de Jamal también, pero eso él aún no lo sabía.
12. Un estadounidense concretamente, Robert Axelrod. Convocó un concurso para encontrar la ecuación que permitiera ganar el máximo en el juego del dilema del prisionero. -Ah, o sea que se puede jugar a eso. -Sí. Entre dos. Entre diez. Entre cien. La regla es lo más sencillo del mundo: o traicionas o cooperas. Tomas la decisión en secreto, luego la comparas con la de los otros jugadores y cuentas los puntos. - ¿Y cuál es la fórmula mágica? -Según Axelrod, se reduce a tres palabras: cooperación-reciprocidad-perdón. Para que lo entiendas, primero le propones a otro jugador cooperar; si te da el beso de Judas, tú respondes traicionándolo también, y luego le propones de nuevo cooperar. Según Axelrod, es la regla de oro que gobierna todos los comportamientos entre los seres humanos.
13. Incluso muerta, la desconocida seguía siendo increíblemente guapa.
14. Un abismo se abrió ante mí. El destino se divertía estrellándome contra las paredes.
15. ¿Tienen pesadillas los animales del bosque? ¿Tienen al menos miedo de la noche?
16. Me sentía ligero. Era inocente. La policía tenía la prueba.
17. ¿Quién era yo? ¿Un pervertido amnésico o un chivo expiatorio caído en una trampa?