Frases de Nieve

Nieve

18 frases de Nieve (Kar) de Orhan Pamuk... En mitad de una tormenta de nieve, Ka, un periodista turco recién llegado de un largo exilio político en Alemania, se desplaza a la remota ciudad de Kars, al nordeste de Turquía, un lugar conflictivo.

Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Orhan Pamuk son: exilio, ficción de periodistas, ambientada en turquía, drama, historia de amor, islam, censura, persecución ideológica.

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Frases de Nieve Orhan Pamuk

01. No basta con estar oprimido, también hay que tener razón. Y la mayoría de los oprimidos están equivocados hasta la estupidez.


02. ¿Qué es la felicidad? Encontrar un mundo en el que puedas olvidar toda esta pobreza y toda esta crueldad. Tener a alguien en tus brazos como si tuvieras al mundo entero...


03. Si el viajero que se sentaba junto a la ventana no hubiera estado tan cansado del viaje y hubiera prestado un poco más de atención a los enormes copos que descendían del cielo como plumas, quizá hubiera podido sentir la fuerte tormenta de nieve que se acercaba y quizá, comprendiendo desde el principio que había iniciado un viaje que cambiaría toda su vida, habría podido volver atrás.


04. Soy un defensor anónimo de todos los héroes anónimos que luchan por sus creencias y sufren injusticias en este país laico y materialista. No pertenezco a ninguna organización. Respeto los derechos humanos y no me gusta nada la violencia.


05. Muchos que nos menosprecian porque escribimos las noticias antes de que ocurran los acontecimientos y que piensan que lo que hacemos no es periodismo sino profecías, luego son incapaces de ocultar su asombro cuando los hechos se desarrollan tal y como los habíamos escrito. Gran parte de los sucesos se convierten en realidad sólo porque nosotros hemos preparado la noticia de antemano. Eso es el periodismo moderno.


06. Hay dos tipos de hombres -dijo Ka con tono pedagógico-. Los primeros, antes de enamorarse, tienen que saber cómo la mujer se come un bocadillo, cómo se peina, qué tonterías le preocupan, por qué se enfada con su padre y todas las historias y leyendas que se cuentan sobre ella. Los segundos, y yo soy de ésos, necesitan saber muy poco para poder enamorarse.


07. ¿Hasta qué punto es posible comprender el dolor y el amor de otra persona? ¿Cuánto podemos comprender de los que sufren penas, ausencias y opresiones más profundas que las nuestras? Si comprender consiste en poder ponernos en el lugar de alguien distinto, ¿Han podido alguna vez comprender los poderosos y los ricos del mundo a los miles de millones de pobres que viven al margen?


08. (...) No era una inquietud política, sino la de un hombre cuyo único entretenimiento en la vida es discutir todas las noches durante horas con sus hijas y sus invitados sobre política y sobre la existencia o no de Dios y que teme perder su lugar a la cabecera de la mesa.


09. Cuando uno es feliz nunca sabe que lo es. Años después decidí que había sido feliz de niño; en realidad no lo era. Pero tampoco era tan desgraciado como en los años que siguieron. Cuando era niño no me interesaba la felicidad.


10. Con las ventanas de su mente abiertas de par en par, todo lo percibía con una enorme profundidad exceptuando la pantalla del televisor que tenía delante y, como esos viajeros que al regresar después de un largo viaje encuentran sus casas, sus cosas y sus habitaciones extrañas, pequeñas, distintas y viejas, miraba sorprendida los objetos que la rodeaban, las mesillas y las arrugas de las cortinas.


11. Estaba demasiado ocupado con los poemas que era incapaz de escribir y me la meneaba sin parar...La soledad es un problema de orgullo; uno se sumerge vanidosamente en su propio olor. El problema del verdadero poeta es siempre el mismo. Si es feliz durante mucho tiempo se vuelve vulgar. Si es infeliz durante mucho tiempo es incapaz de encontrar en sí mismo la fuerza que mantiene viva la poesía...La felicidad y la auténtica poesía sólo cohabitan durante un breve plazo.


12. Pero nadie puede ser feliz sin principios ni creencias -replicó Kadife. -Es verdad. Pero es una estupidez sacrificarse por las creencias en un país cruel que no da el menor valor a la persona como es el nuestro. Los grandes principios, las grandes creencias, son para la gente de los países ricos. -Justo al contrario. En un país pobre la gente no tiene otra cosa a la que aferrarse que a sus creencias. Ka no dijo lo que se le vino a la mente: ¡Pero es que sus creencias son erróneas!


13. Mientras viva no pienso imitarles ni humillarme porque no me parezco a ellos.


14. Para quererme, ¿Qué es lo que más te gustaría que hiciera? -Ser tú mismo.


15. La mayor parte de las veces los europeos no nos desprecian. Somos nosotros quienes les miramos y nos despreciamos.


16. Lo que nos une es que ambos hayamos bajado el listón en nuestras expectativas de la vida.


17. Yo ahora soy muy feliz. No quiero en absoluto ser un héroe. Soñar en heroicidades es el consuelo de los infelices.


18. Un tiempo después, o la felicidad vulgariza al poeta y la poesía, o la auténtica poesía imposibilita la felicidad.

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