24 frases de Mujeres enamoradas (Women in love) de David Herbert Lawrence... Relato de las hermanas Úrsula y Gudrun Brangwen y sus relaciones con Rupert Birkiny y Gerald Crich. Los cuatro se enfrentan en su modo de pensar, sus pasiones y creencias en su buscada de la felicidad.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de David Herbert Lawrence son: hermanas, aventuras amorosas, razón y pasión, búsqueda de la felicidad, censura, sexualidad, historia de amor, voluntad, conciencia de la muerte, pasión prohibida.
Frases de David Herbert Lawrence
Frases de Mujeres enamoradas David Herbert Lawrence
01. Morir es avanzar juntamente con lo invisible.
02. Los trabajadores luchaban inspirados en su pasión por la igualdad.
03. Todo artista verdadero representa la salvación para los demás artistas.
04. Es terriblemente irreverente pensar que todo debe ser comprendido, ahí, en la cabeza.
05. Somos unos terribles embusteros. No pensamos más que en mentirnos a nosotros mismos.
06. Me produce verdadero placer utilizar objetos que sean atractivos en sí mismos, cosas agradables.
07. Más vale morir que vivir una vida que es una repetición de repeticiones.
08. El verdadero punto débil de su inteligencia es la falta de facultad autocrítica.
09. La vida no es más que trabajo constante, vivimos como insectos arrastrándonos en la porquería.
10. Si aprendiéramos a utilizar nuestra voluntad, seríamos capaces de todo. La voluntad puede curarlo y arreglarlo todo.
11. Tenemos el ideal de un mundo perfecto, limpio, recto y satisfactorio. Y a ese fin, cubrimos la tierra de inmundicia.
12. Eso es lo importante; escapar de la horrible y aburrida repetición de actos vulgares, de frases vulgares, de posturas vulgares.
13. El amor no es un desideratum, es una emoción que se siente o no se siente, según las circunstancias.
14. Me entrego, yo, yo me entrego a lo desconocido cuando voy a ti; me entrego sin reservas, sin defensas, totalmente desnudo, a lo desconocido.
15. La terrible servidumbre de ese tictac del tiempo, de este constante girar de las saetas del reloj, de esta eterna repetición de horas y de días...
16. Morir también es un goce, el goce de someterse a lo que es más grande que lo conocido, o sea, lo puramente desconocido. Esto es un goce.
17. El caballo tiene voluntad, igual que el hombre; pero, en sentido estricto, carece de mente. Y si no se impone la propia voluntad al caballo, el equino impone la suya.
18. ¿Cómo es posible separar la pasión por la igualdad de la pasión por la codicia, cuándo comienza la lucha por la igualdad en la posesión de bienes?
19. Si tienes el vicio de morderte las uñas, muérdetelas cuando no tengas ganas de mordértelas, imponte la obligación de morderte las uñas. Y así perderás el vicio.
20. En cierto modo, deseaba aquella muerte, incluso la imponía. Parecía que se enfrentara personalmente con la muerte, a pesar de que poco le faltaba para retroceder aterrado. Pero se enfrentaba, y triunfaría ante ella.
21. Tengo la seguridad de que la vida es mala debido a que es excesivamente visual. No podemos oír, ni sentir, ni comprender; sólo podemos ver. Y estoy seguro de que eso es un gran error.
22. (...) Pero vivir de forma mecanizada y separada, en el ámbito del movimiento de la voluntad, vivir como un ente ajeno a lo desconocido, es vergonzoso e ignominioso. En la muerte no hay ignominia. Y hay una ignominia total en la vida mecanizada y sin renovar.
23. (...) Pues te diré que no creo en esa clase de amor. Y tú sólo quieres que el amor esté al servicio de tu egoísmo, quieres que el amor esté subordinado a ti. El amor es un proceso de dominio, para ti...Para ti y para todos. Odio ese proceso.
24. La igualdad mística se encuentra en el mundo de lo abstracto, y no en el tener y en el hacer, que, a fin de cuentas, son procesos. En las funciones y en los procesos, un hombre debe estar forzosamente subordinado a otro hombre, una pieza a otra pieza. Es uno de los imperativos del ser.
