21 frases de Más allá del invierno de Isabel Allende... Un temporal en Nueva York aísla a tres personas, que acaban aprendiendo que más allá del invierno hay sitio para el amor inesperado, la esperanza y las segundas oportunidades.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Isabel Allende son: ambientada en nueva york (estados unidos), esperanzas compartidas, segunda oportunidad en el amor, asesinato, inmigrantes, tormenta de nieve, expresar los sentimientos, intimidad.
Frases de Isabel Allende Libros de Isabel Allende
Frases de Más allá del invierno Isabel Allende
01. Le dolía el pecho de miedo, como una herida deliciosa
02. No hagas un inventario de lo que te falta, sino de lo que tienes.
03. Aquí me quedo, eminencia. No me iré a ninguna parte sin saber de mi hijo enrique.
04. Era una belleza morena y de expresión trágica apropiada para las canciones tristes de su repertorio.
05. No quiero deberle nada a nadie y menos a tu padre, que es un déspota y detesta.
06. La bala le dio en medio de la frente por casualidad, porque estaba escrito, porque era mi karma...
07. Las convicciones y defensas que los sostenían hasta entonces se desmoronaban ante la maravilla de la verdadera intimidad
08. No es la fuerza de gravedad la que mantiene al universo en equilibrio , sino la fuerza adhesiva del amor
09. Bendita seas, Evelyn Ortega, gracias a tí sucedió este milagro. Milagro, no hay otra definición para lo que siento.
10. Cada uno lo hace a su manera. Para mi rezar es relajarme y confiar en el misterio de la existencia
11. El temporal mato a los pájaros que olvidaron emigrar o resguardarse, engañados por la tibieza inusitada del mes anterior-
12. Practicaba su propia religión pero sin fanatismo, una ensalada de creencias católicas y animistas, sazonada con mitología femenina
13. Después aprendió a cuidar sus recuerdos, incuso los más penosos, porque sin ellos sería como si nunca hubiera sido joven.
14. Su duelo había cambiado de tono y textura con el tiempo. Al principio era rojo y punzante, después se volvió gris, grueso y áspero como tela de saco.
15. Llegó la Navidad con su fastidio de campanillas y la gente seguía en manga corta y sandalias, unos celebrando ese despiste de las estaciones y otros temer osos del calentamiento global.
16. El corazón no se rompe como un huevo. Y si fuera como un huevo, ¿No es mejor romperlo para que se derramen los sentimientos? Es el precio por una vida bien vivida.
17. Ella se rió también, porque creía a medias, era preferible creer en todo que no creer en nada, así corría menos riesgo de enojar a los dioses, en caso de que existieran
18. Espero no vivir demasiado, sería una desgracia. Lo ideal es morir con perfecta salud, digamos alrededor de los setenta y cinco años, cuando todavía el cuerpo y la mente me funcionen como es debido.
19. Las tormentas chilenas se limitan a la cordillera de los Andes y el sur profundo, en Tierra del Fuego, donde el continente se desgrana en islas heridas a cuchilladas por el viento austral, el hielo parte los huesos y la vida es dura.
20. Quería vivir en el extranjero, donde los desafíos cotidianos le mantenían la mente ocupada y el corazón en relativa calma, porque en Chile la aplastaba el peso de lo conocido, de las rutinas y limitaciones. Allí se sentía condenada a ser una vieja sola acosada por malos recuerdos inútiles, mientras que fuera podía haber sorpresas y oportunidades.
21. No la recordaba en crisis, cuando los ojos dorados se le ponían color de alquitrán, ni en sus celos frenéticos o sus ráfagas de ofuscación, ni cuando debía sujetarla en la puerta con sus recursos de carcelero para impedir que lo dejara. Sólo la recordaba en su estado original, apasionada, vulnerable y generosa. (...) La del amor fiero y la ternura fácil. Eran felices.