Disfruta de estas 21 frases de "Luna nueva"... Para Bella Swan, hay una cosa más importante que su propia vida: Edward Cullen. Pero enamorarse de un vampiro es más peligroso de lo que Bella nunca podría haber imaginado.
Índice
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en las frases y pensamientos de "Luna nueva", de Stephenie Meyer son: dejarlo todo por amor, enamorarse, gran amor, maldad, poderes sobrenaturales, vampiros.
Frases de "Luna nueva"
01. No estaba dispuesto a vivir sin ti.
02. ¿Qué te tienta más, mi sangre o mi cuerpo?
03. El amor concede a los demás el poder para destruirte.
04. El sitio apropiado para mí es aquel en el que tú estés.
05. Era el paraíso, aunque estuviéramos en el mismo centro del infierno.
06. El sentimiento cada vez crecía más fuerte, era ya casi una compulsión.
07. En todo caso, no me miraba como si estuviera loca. Me miraba como...Si me amara.
08. Si pudiéramos embotellar tu mala fortuna tendríamos entre manos un arma de destrucción masiva.
09. (...) Me había besado como despedida, sin saber cuándo o si nos veríamos de nuevo.
10. No estaba acostumbrada a reír, y me hacía sentir bien y al mismo tiempo muy mal.
11. El tiempo transcurre de forma desigual, con saltos extraños y treguas insoportables, pero pasar, pasa. Incluso para mí.
12. Como si estuviéramos conectados, el eco de su dolor se retorció dentro de mí. Su dolor, mi dolor.
13. Le tenía pavor a lo que pudiera haber pensado sobre el bien y el mal mientras yo dormía.
14. Volveré tan pronto que no tendrás tiempo de echarme de menos. Cuida de mi corazón que lo he dejado contigo.
15. Según dicen, estamos malditos de todas formas, pero espero, quizás estúpidamente, que alcancemos un cierto mérito por intentarlo.
16. (...) Tampoco importaba si no me quería. No importaba cuánto tiempo pudiera llegar a vivir; jamás podría querer a otro.
17. El tiempo pasa incluso aunque parezca imposible, incluso a pesar de que cada movimiento de la manecilla del reloj duela como el latido de la sangre al palpitar detrás de un cardenal.
18. (...) Sonaba tan real, tan cercano. Sólo cuando desaprobaba mi conducta, como ahora, emergía el verdadero recuerdo de su voz, la textura aterciopelada y la entonación musical que la convertían en el más perfecto de los sonidos.
19. (...) Pero esto no era un sueño y, a diferencia de las pesadillas, no corría para salvar mi vida; corría para salvar algo infinitamente más valioso. En ese momento, incluso mi propia vida parecía tener poco significado para mí.
20. (...) Me asusté porque la abuela ignoraba que yo estaba enamorada de un vampiro -nadie lo sabía- y no se me ocurría la forma de explicarle el hecho de que los brillantes rayos del sol se quebraran sobre su piel en miles de fragmentos de arco iris, como si estuviera hecho de cristal o de diamante.
21. A continuación se desató una más que previsible guerra de fotografías. Observé cómo la cámara iba de un lado para otro. Al pasarla, reían, tonteaban y se quejaban de lo mal que habían salido. Parecía extrañamente infantil, o tal vez fuera que ese día no estaba en un estado de ánimo apropiado para el trato humano.
