
14 frases de Los placeres prohibidos de Luis Cernuda... Obra donde se aprecia una aproximación del autor a la estética del surrealismo. El volumen está compuesto por poemas en verso libre y poemas en prosa, y la temática dominante es la amorosa y erótica.
Frases de Los placeres prohibidos Luis Cernuda
01. Si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.
02. Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío.
03. El dolor enseñaba que una forma, aunque opaca, puede ser luminosa.
04. Escucha el agua, escucha la lluvia, escucha la tormenta; esa es tu vida: líquido lamento fluyendo entre sombras iguales.
05. Tú justificas mi existencia: si no te conozco, no he vivido; si muero sin conocerte, no muero porque no he vivido.
06. No decía palabras, acercaba tan sólo un cuerpo interrogante, porque ignoraba que el deseo es una pregunta cuya respuesta no existe.
07. Aun siendo brillante, efímero, inaccesible tu recuerdo, como el de ambos astros basta para iluminar ausente toda esta sombra que me envuelve.
08. Telarañas cuelgan de la razón en un paisaje de ceniza absorta; ha pasado el huracán de amor, ya ningún pájaro queda.
09. Mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne; iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo. Aunque sólo sea una esperanza, porque el deseo es pregunta cuya respuesta nadie sabe.
10. Creo en el mundo, creo en ti que no conozco aún, creo en mí mismo, porque algún día yo seré todas las cosas que amo: el aire, el agua, las plantas, el adolescente.
11. Ahora hace falta recoger los trozos de prudencia, aunque siempre nos falte alguno; recoger la vida vacía y caminar esperando que lentamente se llene, si es posible otra vez, como antes, de sueños desconocidos y deseos invisibles.
12. Unos cuerpos son como flores, otros como puñales, otros como cintas de agua; pero todos, temprano o tarde, serán quemaduras que en otro cuerpo se agranden, convirtiendo por virtud del fuego a una piedra en un hombre.
13. Si un marinero es mar, rubio mar amoroso cuya presencia es cántico, no quiero la cuidad hecha de sueños grises; quiero sólo ir al mar donde me anegue, barca sin norte, cuerpo sin norte hundirme en su luz rubia.
14. (...) Alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina, por quien el día y la noche son para mí lo que quiera, y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu como leños perdidos que el mar anega o levanta libremente, con la libertad el amor, la única libertad que me exalta, la única libertad porque muero.