Frases de Las 48 leyes del poder

Las 48 leyes del poder

33 frases de Las 48 leyes del poder (The 48 laws of power) de Robert Greene... Además de una reflexión sobre el poder, esta obra es un instrumento práctico destinado a ser usado por aquellos que deseen abrirse camino y alcanzar el éxito en un mundo regido por el conflicto y la competencia.

Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Robert Greene son: ejercicio del poder, táctica y estrategia, éxito, lucha por el poder, manipulación, poder de la imagen, comunicación.

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Frases de Las 48 leyes del poder Robert Greene

01. ¿Y de qué sirve el poder si no le procura paz?


02. Un regalo es el objeto perfecto tras el cual esconder una actitud engañosa.


03. No permita que el éxito se le suba a la cabeza.


04. El poder depende fundamentalmente de las apariencias y de la ilusión que se genera.


05. La comunicación depende de metáforas y símbolos, que constituyen la base del lenguaje mismo.


06. El poderoso nunca olvida que lo que se ofrece gratis es siempre una trampa.


07. El accionar público es como una obra de arte: debe ser visualmente atractivo, debe crear expectativas e incluso entretener.


08. Conserve a sus amigos para vivir una relación de amistad, pero trabaje con los más capaces y competentes.


09. Muchos pensadores serios han comenzado su obra en prisión, donde no hay nada que hacer, salvo pensar.


10. Cuando se encuentre ante un espadachín, saque la espada: no recite poesías frente a alguien que no es poeta.


11. El poder es un juego social. Para aprenderlo y dominarlo deberá desarrollar la habilidad de estudiar y comprender a la gente.


12. Nunca pierda tiempo valioso, o su paz espiritual, en los asuntos de otras personas: hacerlo equivale a pagar un precio demasiado elevado.


13. Una persona incapaz de controlar sus palabras es también una persona incapaz de controlarse a sí misma, por lo tanto es indigna de respeto.


14. Nunca se deje distraer por los brillantes retratos que la gente pinta de su persona y de su vida, hurgue y trate de encontrar lo que de veras los aprisiona.


15. La comprensión de los motivos ocultos de la gente es el conocimiento fundamental para adquirir poder. Le abre las puertas a infinitas posibilidades de engaño, seducción y manipulación.


16. Los paranoicos y los desconfiados suelen ser los más fáciles de engañar. Procure ganar su confianza en un área y tendrá la perfecta cortina de humo que les impedirá ver la otra, por la cual usted podrá acercarse para asestarles un golpe mortal.


17. Los poderosos varían sus ritmos y pautas, cambian de curso, se adaptan a las circunstancias y aprenden a improvisar. En lugar de dejar que sus audaces pies los impulsen a seguir simplemente hacia adelante, dan un paso atrás, se detienen y miran hacia dónde se dirigen.


18. Cuando uno se presenta ante el mundo y muestra sus talentos, naturalmente genera en los demás todo tipo de resentimientos, envidia y otras manifestaciones de inseguridad. Esto es algo que hay que tener en cuenta. Uno no puede pasar la vida preocupándose por los mezquinos sentimientos de los demás.


19. El poder es un juego -esto es algo que hay que reiterar una y otra vez- y en un juego usted no juzga a sus contrincantes por sus intenciones sino por el efecto de sus acciones. Usted mide la estrategia y el poder de su adversario por lo que puede ver y sentir.


20. La emoción incontrolable puede ser un miedo paranoico -un miedo desproporcionado para la situación- o cualquiera de las emociones más primitivas, como la lujuria, la codicia, la vanidad o el odio. La persona que es presa de esas emociones suele ser incapaz de controlarse, de modo que usted puede ejercer ese control por ellos.


21. La esencia del engaño es la distracción. Distraer a la gente a la que quiere engañar le dará tiempo y espacio para hacer las cosas sin que ellos se percaten. Un acto de bondad, generosidad u honestidad es la forma más poderosa de distracción, porque desarma las sospechas de los demás.


22. Nuestro buen nombre y nuestra reputación dependen más de lo que ocultamos que de lo que revelamos. Todo el mundo comete errores, pero quienes son realmente hábiles y sagaces se las arreglan para ocultarlos y hacer que otros carguen con la culpa. En tales momentos, siempre se debiera tener a mano un oportuno chivo expiatorio.


23. No pierda su precioso tiempo tratando de robar una o dos ovejas. No arriesgue su vida y su integridad física atacando al perro que cuida el rebaño. Apunte al pastor. Aléjelo del rebaño, y los perros lo seguirán. Derrótelo y el rebaño se dispersará. Y usted podrá recoger las ovejas una por una.


24. No acepte los papeles que la sociedad le ha endilgado. Fórjese una nueva identidad que atraiga la atención y nunca aburra al público. Sea el dueño de su propia imagen, en lugar de permitir que otros la definan por usted. Incorpore elementos dramáticos en sus gestos y acciones públicas, y su poder se verá reforzado y su personalidad crecerá en forma asombrosa.


25. Julio César fue quizá la primera figura pública en la historia en comprender la relación fundamental entre poder y teatro... César estableció el ideal para todos los líderes y hombres de poder. Al igual que él, usted debe aprender a magnificar sus actos mediante técnicas dramáticas como la sorpresa, el suspenso, la generación de simpatía y la identificación simbólica.


26. Los dos vacíos emocionales más importantes son la inseguridad y la infelicidad. El inseguro aceptará cualquier cosa a cambio del reconocimiento social, el infeliz crónico, tiene algún motivo para serlo: averígüelo. El inseguro y el infeliz son las personas menos capaces de disimular sus debilidades. La habilidad de llenar esos vacíos emocionales es una importante fuente de poder, que puede prolongarse por tiempo indefinido.


27. Cuando intente impresionar a la gente con palabras, tenga en cuenta que cuanto más diga tanto más vulnerable será y tanto menor control de la situación tendrá. Incluso cuando lo que diga sea sólo una banalidad parecerá una idea original si la plantea en forma vaga, abierta y enigmática. Las personas poderosas impresionan e intimidan por su parquedad. Cuanto más hable, mayor será el riesgo de decir alguna tontería.


28. Cuando usted exhibe los mecanismos internos de su creación, se convierte en un mortal más entre la multitud. Lo que se entiende no inspira reverencia ni admiración: los demás se dicen que podrían hacer lo mismo con sólo disponer del tiempo y el dinero necesarios. Evite la tentación de mostrar sus habilidades y su diligencia: es mucho más inteligente ocultar los mecanismos que le permiten obtener sus logros.


29. Utilice falsos objetos de deseo y pistas falsas para distraer la atención de los demás. Si en algún momento de su accionar los demás albergan la menor sospecha de que usted está ocultando sus verdaderas intenciones, todo está perdido. No les dé la menor oportunidad de darse cuenta de cuál es su juego. Distráigalos con pistas falsas. Utilice una sinceridad fingida, emita señales ambiguas, presente objetos de deseo que los confundan. Al no lograr distinguir lo genuino de lo falso, no podrán discernir su verdadero objetivo.


30. La suerte y las circunstancias siempre desempeñan un papel en el poder. Esto es inevitable, y además torna más interesante el juego del poder. Pero, pese a lo que usted pueda pensar, la buena suerte suele ser más peligrosa que la mala suerte. La mala suerte enseña valiosas lecciones de paciencia, de esperar el momento oportuno y de la necesidad de estar siempre preparado para lo peor. La buena suerte puede hacerle creer lo opuesto, que su brillante genialidad lo llevará adelante. Su suerte, de modo inevitable, dará un vuelco, en algún momento y cuando eso ocurra, usted estará desprevenido.


31. Los individuos desdichados y desequilibrados sin remedio tienen una capacidad particularmente grande para contagiarnos su toxicidad, gracias a la extrema intensidad de sus caracteres y emociones. A menudo se presentan como víctimas, lo cual, a primera vista, torna difícil comprender que sus desgracias son autogeneradas. Antes de que uno pueda darse cuenta de la verdadera naturaleza de sus problemas, ya ha sido contagiado por ellos. Es necesario que comprenda lo siguiente: en el juego del poder es de importancia crucial verificar con qué tipo de gente se asocia. El riesgo de interactuar con personas contagiosas reside en que usted desperdiciará un tiempo valioso y mucha energía para liberarse de esa influencia negativa.


32. El dar hace que a la otra persona le resulte difícil darse cuenta de que le están quitando algo. Es una herramienta que tiene infinidad de aplicaciones prácticas. Quitarle con descaro algo a otra persona es peligroso, incluso para los poderosos, pues la víctima buscará vengarse. También es peligroso pedir lo que se necesita, por más cortésmente que uno lo haga: a no ser que la otra persona vea algún beneficio para sí misma, puede llegar a sentirse ofendida por la carencia que ve en usted. Aprenda a dar antes de tomar. Con ello ablanda el terreno, suaviza cualquier futuro pedido y genera un clima de distracción.

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