
16 frases de La voz del silencio (The voice of the silence) de Helena Blavatsky... En uno de sus viajes por el Tíbet y sus monasterios, la aristócrata rusa se aprendió de memoria las enseñanzas espirituales aquí vertidas, y las tradujo para occidente a finales del siglo XIX.
Frases de La voz del silencio Helena Blavatsky
01. Siembra buenas acciones, y recogerás el fruto de ellas.
02. Para llegar al nirvana, debe uno conseguir el conocimiento de sí mismo; y el conocimiento de sí mismo es hijo de las buenas obras.
03. Puedes tú crear en este "día" las eventualidades para tu "mañana".
04. La mente es el gran destructor de lo real. Destruya el discípulo al destructor.
05. Hasta qué punto ha coronado el éxito mis esfuerzos, el lector es quien ha de juzgarlo.
06. Mata en ti mismo todo recuerdo de pasadas experiencias. No mires atrás, o estás perdido.
07. Sé a manera del océano, que recibe todos los ríos y torrentes. La poderosa calma del mar permanece inalterable, sin sentirlos.
08. Si no puedes tú ser sol, sé el planeta humilde.
09. Antes de que el alma pueda ver, debe haberse alcanzado la armonía interior, y los ojos carnales han de estar cegados a toda ilusión.
10. (...) Así como cae exánime la mariposa en el umbral, sorprendida por el cierzo helado, así también todos los pensamientos terrenos deben caer muertos ante el templo.
11. La propia alabanza, discípulo, es a manera de una torre elevada, a la cual ha subido un loco presuntuoso, que permanece allí en orgullosa soledad e inadvertido de todos, excepto de él mismo.
12. (...) La mente es parecida a un espejo; se cubre de polvo mientras refleja. necesita de las suaves brisas de la sabiduría del alma para que arrebaten el polvo de nuestras ilusiones. Procura fundir tu mente con tu alma.
13. El peregrino que ansía refrescar sus secos labios en las aguas vivas, y sin embargo no se atreve a lanzarse en ellas por temor a la corriente, se expone a sucumbir de calor. La inacción originada del miedo egoísta, no puede producir sino malos frutos.
14. Huye de la ignorancia, huye igualmente de la ilusión. Aparta tu faz de las decepciones mundanales; desconfía de tus sentidos, porque son falsos. Pero en lo interior de tu cuerpo, en el sagrario de tus sensaciones, busca en lo impersonal al "hombre eterno", y una vez lo hayas encontrado, mira hacia dentro: eres Buda.
15. No creas que viviendo en selvas sombrías, en orgulloso retiro y apartamiento de los hombres, no creas tú que alimentándote sólo de hierbas y raíces y mitigando la sed con la nieve de la gran cordillera; no creas tú, devoto, que todo esto pueda conducirte a la meta de la liberación final.
16. Cuanto más avances, tantos más lazos encontrarán tus pies. El sendero que a la meta conduce está iluminado por una luz única, la luz del arrojo, que arde en el corazón. Cuanto más osa uno, tanto más obtendrá. Cuanto más teme, tanto más palidecerá aquella luz, la única que puede guiarle.