53 frases de La luz entre los océanos (The light between oceans) de M. L. Stedman... En una remota isla de Australia, vive una pareja que no puede tener hijos. Un hombre muerto y un bebé que llora llegan a la costa en bote. ¿Adoptarán a la criatura? ¿Qué pasará con la madre biológica?.
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Frases de La luz entre los océanos M. L. Stedman
01. Tenemos que vivir con las decisiones que tomamos...En eso consiste la valentía. Atenerte a las consecuencias de tus errores.
02. ¡Es como si hubieran creado el mundo sólo para nosotros! Con el sol y el océano. Nos tenemos el uno al otro para nosotros solos.
03. Así es como la vida continúa: protegida por el silencio que anestesia la vergüenza.
04. He aprendido a base de golpes que para aspirar a tener un futuro tienes que abandonar toda esperanza de cambiar tu pasado.
05. Hemos arreglado las cosas lo mejor que hemos podido. Es lo único que podemos hacer. Ahora tenemos que aceptar la realidad y seguir viviendo.
06. Sólo tienes que perdonar una vez. Para estar contrariado tienes que hacerlo todo el día, todos los días.
07. Las cicatrices no son sino otra clase de recuerdos.
08. Regalarle algo era a la vez fácil y difícil: estaría contento con cualquier cosa, pero en realidad no necesitaba nada.
09. A veces, olvidar es la única forma de volver a la normalidad.
10. A veces la vida se pone difícil...A veces te muerde con toda su rabia. Y a veces, cuando crees que ya no puede maltratarte más, vuelve y te da otro mordisco.
11. La historia es eso que se acuerda por consentimiento mutuo.
12. Nunca piensas en los próximos meses o años: piensas en esta hora, y como mucho en la siguiente. Todo lo demás es especulación.
13. Nadie ha recorrido ni recorrerá nunca el mismo camino en este mundo.
14. A veces es bueno dejar el pasado en el pasado.
15. Es un lujo hacer algo que carece de propósito práctico: el lujo de la civilización.
16. Los océanos nunca paran. No conocen principio ni fin. El viento nunca cesa. A veces desaparece, pero sólo para tomar impulso en algún otro sitio y volver a lanzarse contra la isla...Aquí la existencia es a escala gigantesca. El tiempo se mide en millones de años...
17. Entonces recordó las palabras de Ralph: "La forma más rápida de hacer enloquecer a un hombre es dejarle seguir luchando en su guerra hasta que la resuelve".
18. Cuando se trata de sus hijos, los padres son todo instinto y esperanza. Y miedo. Las normas y las leyes no cuentan para nada.
19. Dio una lenta vuelta completa al faro, abarcando toda aquella extensión. Parecía como si sus pulmones no pudiesen aspirar tanto aire, que sus ojos no pudiesen divisar tanto espacio, y como si no pudiese oír el océano rugiente y retumbante en toda su amplitud. Por un instante, él mismo no tuvo límites.
20. Algo sólido. Debía concentrarse en algo sólido, de lo contrario no sabía hasta dónde podían ser arrastradas su mente o su alma, como un globo sin lastre. Eso era lo único que le había hecho aguantar cuatro años de sangre y locura: saber exactamente dónde está tu fusil cuando echas una cabezada de diez minutos en el refugio subterráneo; comprobar siempre la máscara antigás...
21. Los humanos se retiran a sus hogares y ceden la noche a los animales a los que pertenece: los grillos, los búhos, las serpientes. Un mundo que no ha cambiado desde hace cientos de miles de años despierta, y sigue adelante como si la luz del día, los humanos y la transformación del paisaje hubieran sido una ilusión.
22. A veces el océano no es el océano. No es azul; ni siquiera es agua, sino una explosión violenta de energía y peligro: ferocidad de una magnitud que sólo los dioses pueden lograr. Se arroja contra la isla lanzando espuma por encima del faro, arrancando trozos de acantilado. Y el ruido que hace es el rugido de una bestia cuya ira no conoce límites. Es en esas noches cuando más necesario es el faro.
23. Es un mundo hecho de muchas cosas diferentes. Cada lugar merece un nombre propio, como las habitaciones de una casa.
24. Existen muchísimos faros a lo largo de la costa de Australia: hay muchos otros tipos como yo que tratan de ofrecer seguridad a los barcos, manteniendo sus faros encendidos para quien lo necesite, aunque probablemente nunca los veamos ni sepamos quiénes son... Nunca sabes qué puede traer la marea un buen día: cualquier cosa que a los océanos se les antoje enviarnos.
25. Deshacerse de la carga de la mentira ha significado abandonar la libertad del sueño.
26. Un petrel revoloteaba en el aire, describiendo círculos y más círculos, hasta caer en picado, certero como un rayo, en el agitado oleaje para pescar un arenque. Pero la suerte y la tempestad estaban a favor del pez, que consiguió soltarse del pico del pájaro y caer de nuevo al agua.
27. Todas las mañanas, después de apagar el faro al amanecer, Tom explora otra parte de su nuevo territorio antes de iniciar las tareas cotidianas. El norte de la isla es un acantilado de granito cortado a pico, sólidamente afianzado contra el océano. El terreno desciende hacia el sur y se desliza suavemente bajo el agua poco profunda de la laguna.
28. (...) Apartó las sábanas, se metió en la cama y se quedó dormido mientras su cuerpo seguía el oscilar de las olas y el viento. El faro, allá arriba, montó guardia toda la noche, cortando la oscuridad como una espada.
29. A veces, cuando se despierta de sueños turbulentos de cunas rotas y brújulas sin agujas, ahuyenta la desazón y deja que la luz del día la contradiga. Y el aislamiento lo arrulla con la música de la mentira.
30. La maternidad era un asunto muy misterioso. Qué valiente debía ser una mujer para embarcarse en algo así, pensó mientras reflexionaba sobre la trayectoria vital de su madre.
31. Mi favorita eres tú. Eres mejor que todas las estrellas juntas...
32. Si parece que un faro está en un sitio diferente, no es el faro lo que se ha movido.