
31 frases de La esperanza (L'espoir) de André Malraux... Situada en la guerra civil española, y con una fuerte carga autobiográfica, la novela es un himno a la dignidad humana, a la fraternidad y también un alegato contra el fascismo, imperante ya en aquellos años en Alemania y en Italia.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de André Malraux son: guerra civil española, revolución, fascismo, dignidad del ser humano, fraternidad, coraje ante la adversidad, ficción histórica.
Frases de La esperanza André Malraux
01. A mi edad, no se viaja sin biblioteca.
02. La fuerza más grande de la revolución es la esperanza.
03. Transformar en conciencia una experiencia tan larga como sea posible.
04. - ¿Y Cristo? -Es un anarquista que ha triunfado. El único.
05. No creo en las morales sin psicología.
06. He visto a las democracias intervenir contra casi todo, salvo contra los fascismos.
07. En toda victoria hay pérdidas...No sólo en el campo de batalla.
08. Toda situación presente tiene por lo menos un elemento positivo: hay que encontrarlo y utilizarlo.
09. Todas las semillas se pudren al principio, pero algunas germinan...Un mundo sin esperanza es irrespirable.
10. Antes, los nuestros eran disciplinados porque eran comunistas. Ahora, muchos se hacen comunistas porque son disciplinados.
11. Lo difícil no es estar con los amigos cuando tienen razón, sino cuando se equivocan.
12. Una de las condiciones esenciales de la victoria consiste en quebrantar la moral de las tropas enemigas.
13. (...) Nunca había sentido hasta ese punto que había que elegir entre la victoria y la piedad.
14. El coraje es un problema de organización. Queda por saber quiénes son los que quieren ser organizados...
15. No hay cincuenta maneras de combatir, sólo hay una, vencer. Ni la revolución ni la guerra consisten en auto compadecerse.
16. La revolución desempeña, entre otros papeles, el que desempeñaba en otros tiempos la vida eterna, lo que explica muchos de sus caracteres.
17. En circunstancias como éstas, me intereso menos en las razones por las cuales los hombres se hacen matar que por los medios que tienen para matar a sus enemigos.
18. Los partidos son hechos para los hombres, no los hombres para los partidos. Nosotros no queremos hacer ni un Estado, ni una iglesia, ni un ejército. Queremos hombres.
19. La muerte no es algo tan serio: el dolor, sí. El arte es poca cosa frente al dolor y, desgraciadamente, ningún cuadro tiene frente a él manchas de sangre.
20. Que un intelectual explique por qué y cómo las cosas son así; y que proteste después, si lo cree necesario (ya no valdrá la pena, por lo demás).
21. El sueño de la libertad total, el poder al más noble, o algo por el estilo, todo eso forma parte a mis ojos de aquello por lo cual estoy aquí.
22. No es posible hacer un arte que hable a las masas cuando no se tiene nada que decirles, pero nosotros luchamos juntos, queremos hacer juntos otra vida y tenemos muchísimas cosas que decirnos.
23. Ningún coraje colectivo resiste a los aviones y a las ametralladoras. En suma: los milicianos bien organizados y armados son valientes, los otros se escapan. Basta de milicias, basta de columnas: un ejército.
24. Hay que terminar con el fascismo: como se lo dije en Noisy-le-Sec a nuestros "conservadores": no son las momias las que conservan Egipto, ¡Es Egipto el que conserva a las momias, señores!
25. Llamo revolución a la consecuencia de una insurrección dirigida por cuadros (políticos, técnicos, todo lo que usted quiera) formados en la lucha, capaces de reemplazar rápidamente a aquellos que los destruyen.
26. - ¿Será hecha la revolución por el proletariado, o por los... estoicos? - ¿Por qué no lo sería por los hombres más humanos? -Porque los hombres más humanos no hacen la revolución, querido amigo: hacen las bibliotecas o los cementerios.