12 frases de La emoción de las cosas de Ángeles Mastretta... A través de recuerdos, intuiciones e impresiones, la autora indaga en un gran secreto familiar, además de recuperar detalles de vida desde los tiempos de sus abuelos y recuerdos de su madre.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Ángeles Mastretta son: secretos de familia, recuerdos, vida cotidiana, sobre el oficio de escribir, ser escritor, orgullo, voluntad.
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Frases de La emoción de las cosas Ángeles Mastretta
01. Cuando el deber me aburre, invento.
02. Escritor es quien explica lo inexplicable.
03. ¿Escribimos para recordar o para ir adivinando lo desconocido?
04. Quiero jugar a que me quiso quien no me supo y saber que me quiere quien me sabe.
05. Odio hablar del pasado como algo mejor que se perdió en la nada de un presente baldío.
06. Escritor es quien escribe siempre que algo le asombra, aunque no tenga lápiz ni teclas con las que dejar constancia de su orgullo y su prejuicio.
07. Necesitamos la idea del tiempo, este recordar que el alma nos va y viene entre un año y el otro; alma y año inventados, como los sueños.
08. Quiero, sí, irme de compras a la luna y encontrarme una tienda en la que vendan voluntad, síntesis, concentración, premura, certidumbres; todo lo que no tengo para jugar a eso que juegan esos que sí tienen todo eso.
09. Lo que más me gusta de todo este oficio: la precisión. Porque solo la precisión conmueve y solo conmover importa. Si algo debe sentirse, conseguir que se sienta. Si algo debe verse de cerca, que podamos tocarlo.
10. Siempre necesitamos saber, cuando ya no podemos. Y cuando más nos urge, porque también nosotros, como nuestros abuelos, como los hijos de todo emigrante, somos polvo de estrellas. Y de la misma manera, al recordar, temblamos como tiemblan las estrellas.
11. (...) Me dijo con un tono que solo le conozco a su voz: "se habla mucho de las alegrías que les dan los hijos a los padres, pero poco de las que dan los padres a los hijos. Gracias, ma". Díganme ustedes, ¿Eso con qué se paga?
12. Yo me comprometo a vivir con intensidad y regocijo, a no dejarme vencer por los abismos del amor, ni por el miedo ni por el olvido, ni siquiera por el tormento de una pasión contrariada. Me comprometo a recordar, a conocer mis yerros, a bendecir mis arrebatos. Me comprometo a perdonar los abandonos, a no desdeñar nada de todo lo que me conmueva, me deslumbre, me quebrante, me alegre. Larga vida prometo, larga paciencia, historias largas. Y nada abreviaré que deba sucederme: ni la pena ni el éxtasis para que cuando sea viejo tenga como deleite la detallada historia de mis días.