
23 frases de Emilio o De la educación (Émile, ou De l'éducation) de Jean-Jacques Rousseau, libro de 1762.... Tratado que aborda temas políticos y filosóficos concernientes a la relación del individuo con la sociedad, particularmente señala cómo el individuo puede conservar su bondad natural, mientras participa de una sociedad corrupta.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Jean-Jacques Rousseau son: bondad, corrupción, desarrollo personal, educar a los hijos, importancia de la educación, individuo y sociedad, naturaleza humana, pedagogía.
Frases de Jean-Jacques Rousseau Libros de Jean-Jacques Rousseau
Frases de Emilio o De la educación Jean-Jacques Rousseau
01. Toda perversidad procede de debilidad.
02. Prefiero ser un hombre de paradojas que un hombre de prejuicios.
03. Al salir de ciertas bocas, la misma verdad tiene mal olor.
04. El arte de juzgar y el de raciocinar son exactamente una mismo.
05. Hay mucha diferencia entre viajar para ver países y para ver pueblos.
06. La obra maestra de una buena educación es formar un hombre racional.
07. Las ideas generales y abstractas son fuente de los más grandes errores humanos.
08. La conciencia es la voz de las almas, las pasiones son las voces del cuerpo.
09. La sensibilidad es el manantial de todas las pasiones, y la imaginación determina su corriente.
10. Teme los adornos engañosos de la mentira o que te embriague el incienso de la soberbia.
11. El principio de la justicia humana es el amor de los hombres derivado del amor de sí mismo.
12. Cuanto más débil es el cuerpo, más ordena; cuanto más fuerte, más obedece.
13. Todo está bien al salir de manos del autor de la naturaleza; todo degenera en manos del hombre.
14. Filósofo hay que se aficiona a los tártaros para excusarse de querer bien a sus vecinos.
15. La infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir; nada hay más insensato que pretender sustituirlas por las nuestras.
16. El hombre que más ha vivido no es aquél que más años ha cumplido, sino aquel que más ha experimentado la vida.
17. Acuérdate sin cesar de que nunca fue perniciosa la ignorancia, que sólo el error es funesto y que no nos extraviamos por no saber, sino por imaginarnos que sabemos.
18. Mil veces más perjudiciales son para los hijos la ambición, la avaricia, la tiranía y la falsa previsión de los padres, que el cariño ciego de las madres.
19. Las instituciones sociales buenas, son las que mejor saben borrar la naturaleza del hombre, privarle de su existencia absoluta, dándole una relativa, y trasladar el yo, la personalidad, a la común unidad.
20. La naturaleza quiere que los niños sean tales antes de llegar a hombres. Si queremos invertir este orden, produciremos frutos precoces que no tendrán madurez ni gusto y que se pudrirán muy presto.
21. Es menester hacer que imiten los niños los actos cuyo hábito queremos que contraigan, pues que en su edad nada todavía siente su corazón, mientras llega tiempo de que por discernimiento y amor del bien puedan hacerlos.
22. (...) En el ardor de la adolescencia, contenidos y destilados en su sangre los espíritus vivificantes, producen en su juvenil corazón un calor que brilla en sus miradas, que se siente en sus discursos y se manifiesta en sus acciones.
23. La educación es efecto de la naturaleza, de los hombres o de las cosas. La de la naturaleza es el desarrollo interno de nuestras facultades y nuestros órganos; la educación de los hombres es el uso que nos enseñan éstos a hacer de este desarrollo; y lo que nuestra experiencia propia nos da a conocer acerca de los objetos cuya impresión recibi- mos, es la educación de las cosas.