
6 frases de El quinto hijo (The fifth child) de Doris Lessing... Historia sobre los cambios en la vida feliz de una joven pareja casada, Harriet y David Lovatt, como consecuencia del nacimiento de Ben, cuyas características físicas y comportamentales alteran la cotidianidad de sus padres y hermanos.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Doris Lessing son: sentido de la vida, ser padres, nacimiento, relaciones complicadas con los padres, hijos, desgracia, aversión.
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Frases de El quinto hijo Doris Lessing
01. No es nada anormal coger aversión a un hijo.
02. Harriet y David estaban juntos en la ventana. Harriet tenía al bebé en brazos. Él le pasó un brazo por los hombros. Intercambiaron una mirada rápida, casi culpable, por las reprimidas sonrisas de sus rostros, que creían que irritarían a los demás.
03. Sus esfuerzos lo habían hecho triunfar en su empresa y posteriormente le proporcionaron un trabajo mejor en otra empresa. Y en eso se centraba ahora su vida; los acontecimientos tienen su propia lógica. David era ahora el tipo de individuo que en otros tiempos había decidido que nunca sería.
04. Como es bien sabido, todos estos centros tienen una capa, como un sedimento, de alumnos ineducables, inasimilables, los casos perdidos, que van pasando de curso en curso, a la espera del día feliz en que puedan dejar el colegio. Y es muy frecuente que no vayan a clase, para alivio de sus profesores.
05. Todos los niños suelen portarse mal durante un año o así después de empezar a caminar. No tienen instinto de conservación, ni sensación de peligro; se tiran de la cama y de las sillas, se lanzan al vacío, irrumpen en la calle, hay que vigilarles siempre... Y también son, añadió, absolutamente encantadores y deliciosos y tiernos y graciosos. Y luego, poco a poco, se vuelven sensatos y la vida es más agradable.
06. -El problema no es Ben, sino usted. A usted no le gusta demasiado. -Oh, Dios mío. ¡Otra vez no, por favor! -estalló Harriet en un tono malhumorado, lastimero. Miraba a la doctora Gilly, atenta a su reacción. -He de decirle, en primer lugar, que no es culpa suya. Y también que es bastante frecuente. No podemos elegir lo que nos saldrá en la lotería...Y eso es tener un hijo. Por suerte o por desgracia, no podemos elegir.