Disfruta de estas 21 frases de "El puente hacia el infinito"... Un alma gemela es alguien que tiene cerrojos que pueden ser abiertos con nuestras llaves, y llaves capaces de abrir nuestros cerrojos... Un relato de amor, un viaje de transformación.
Índice
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en las frases y pensamientos de "El puente hacia el infinito", de Richard Bach son: almas gemelas, memorias, historia de amor, amor incondicional, tolerancia, vida en pareja, aprender de los fracasos, enamorarse, aburrimiento, valorar las diferencias.
Frases de "El puente hacia el infinito"
01. Aquello que encanta, también guía y protege.
02. El mejor modo de pagar un momento encantador es disfrutarlo.
03. Lo único que hace añicos los sueños es el término medio.
04. Las notas son recordatorios. Me ayudan a recordar que soy turista en la tierra.
05. Miremos un espejo; una cosa es segura: lo que vemos no es lo que somos.
06. ¡Por eso las historias de amor no tienen final! ¡No tienen final porque el amor no termina!
07. Me quedé pensando en ese día... ¿Veinte años antes o ayer? ¿Qué pasa con el tiempo en nuestra mente?
08. El aburrimiento entre dos personas -dijo ella, una noche- no viene de estar juntos físicamente. Viene de estar separados mental y espiritualmente.
09. Estoy aquí, no porque deba estar ni porque esté atascada aquí, sino porque prefiero estar contigo, en ningún otro lugar del mundo entero.
10. Si nos aferramos tanto a las cosas y a la gente, cuando sé hayan ido, ¿No se irá también una parte de nosotros?
11. La obra literaria me conmueve cuando es íntima; igual que el volar, los filmes, las charlas, los contactos que parecen accidentales y no lo son.
12. Pero lo especial se vuelve vulgar, se instala el aburrimiento, desaparece el respeto, se pierde la libertad. Una vez que pierdes la libertad, ¿Qué más puedes perder?
13. ¿No crees que ser curiosos es mucho más importante que ser parecidos? Porque somos diferentes podemos gozar la diversión de intercambiar mundos y regalarnos mutuamente nuestros amores y nuestros entusiasmos.
14. No hay errores. Los acontecimientos que atraemos hacia nosotros, por desagradables que sean, son necesarios para aprender lo que necesitamos aprender; todos los pasos que damos son necesarios para llegar adonde hemos escogido.
15. Somos el puente hacia el infinito, arqueado sobre el mar, buscando aventuras para nuestro placer, viviendo misterios, eligiendo desastres, triunfos, desafíos, apuestas imposibles, sometiéndonos a prueba una y otra vez aprendiendo el amor.
16. A veces nos volvemos locos porque olvidamos que somos diferentes, porque el amor no es una competencia para que cada uno supere la fuerza del otro, sino una cooperación que necesita de esas diferencias.
17. Apasionadamente obsesos por cualquier cosa que amemos (barcos de vela, aviones, ideas) una avalancha de magia aplana el camino hacia el frente, nivela reglas, razona, disiente, nos lleva consigo por sobre los abismos, los miedos, las dudas.
18. Cualquier cosa que necesitemos saber se puede aprender en un libro. Leer, estudiar con cuidado, practicar un poco, y somos expertos en arrojar cuchillos, podemos desmontar motores o hablamos el esperanto como si fuera nuestra lengua materna.
19. (...) Después de todo, esto es aprender, pensé, no el hecho de perder el juego, sino cómo lo perdemos, cómo nos cambia el perder, qué obtenemos de eso que no teníamos antes, para aplicarlo a otras partidas. Perder, de un modo extraño, es ganar.
20. Una parte de nosotros es siempre el observador; pase lo que pase, él observa. Nos observa a nosotros. No le importa si somos felices o desgraciados, si nos sentimos bien o descompuestos, si vivimos o morimos. Su única función es estarse ahí, sentado en nuestro hombro, y juzgar si somos o no seres humanos que valgan la pena.
21. A nadie había conocido yo, salvo a ella, con quien me atreviera a mostrarme tan infantil como a veces me sentía, tan tonto, experimentado, sexual, íntimo y conmovedor. Si el amor no era una palabra torcida y mutilada por la posesión y la hipocresía, si era una palabra cuyo significado era el que yo deseaba, bien podía estar al borde de pensar que estaba enamorado de ella.