Frases de El largo camino hacia la libertad

El largo camino hacia la libertad

31 frases de El largo camino hacia la libertad (Long walk to freedom) de Nelson Mandela... Autobiografía de uno de los grandes líderes morales y políticos de nuestro tiempo. Un recorrido a su extraordinaria vida, una lucha continua a favor de los derechos humanos y de la igualdad racial.

Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Nelson Mandela son: apartheid, derechos humanos, autobiografía, no violencia, igualdad, democracia, dignidad del ser humano, importancia de la educación, barreras sociales.

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Frases de El largo camino hacia la libertad Nelson Mandela

01. Nada resulta tan deshumanizador como la ausencia de contacto humano.


02. El deporte tiene el poder de transformar el mundo. Tiene el poder de inspirar, de unir a la gente como pocas otras cosas...Tiene más capacidad que los gobiernos de derribar las barreras sociales.


03. La prisión me había robado la libertad pero no los recuerdos.


04. Aunque había sido derribado por un burro, aprendí que humillar a otra persona es hacerle sufrir un destino innecesariamente cruel.


05. El valor no consiste en no tener miedo, sino en ser capaz de vencerlo.


06. Cuando el agua ha empezado a hervir, apagar el fuego ya no sirve de nada.


07. Solo la educación de las masas, solía decir, podía liberar a mi pueblo. Sostenía que un hombre educado no podía ser oprimido porque era capaz de pensar por sí mismo.


08. No era la falta de capacidad lo que limitaba a mi pueblo, sino la falta de oportunidades.


09. La bondad del hombre es una llama que puede quedar oculta, pero que nunca se extingue.


10. Estaba preparado para afrontar la pena de muerte. Para estar realmente preparado para algo es necesario esperarlo de verdad. No es posible estar preparado para algo creyendo en secreto que no ocurrirá. Todos estábamos mentalizados, no porque fuéramos especialmente valientes, sino porque éramos realistas.


11. El hombre valiente no es el que no siente miedo sino el que es capaz de dominarlo.


12. No tardé en darme cuenta que tendría que abrirme paso por mi propia capacidad, no por la de mis antepasados.


13. La Democracia significaba que todo hombre tenía derecho a ser oído, y que las decisiones se tomaban conjuntamente, como pueblo.


14. Sólo los hombres libres pueden negociar; los presos no pueden firmar contratos. Su libertad y la mía no pueden separarse.


15. Siempre supe que algún día volvería a sentir la hierba bajo mis pies y caminaría bajo el sol como un hombre libre...


16. La virtud y la generosidad son recompensadas de un modo inescrutable.


17. La extraña belleza de la música Africana radica en que es capaz de levantar el ánimo aunque cuente una historia triste. Se puede ser pobre, vivir en una inmunda choza y haber perdido el trabajo, pero la música le da a uno esperanza.


18. Es posible pasar meses en una situación de extraordinaria intimidad con otra persona y, de repente, no volver a verla jamás. Resulta deshumanizador ya que le obliga a uno a adaptarse, a volverse más duro y autosuficiente.


19. La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo.


20. He cumplido mi deber para con mi pueblo y para con Sudáfrica. No tengo la menor duda de que la posteridad reivindicará mi inocencia y, del mismo modo, afirmo que los criminales que debían haber comparecido ante este tribunal son los miembros del gobierno.


21. Después de escalar una montaña muy alta, descubrimos que hay muchas otras montañas por escalar.


22. Un líder es como un pastor que permanece detrás del rebaño y permite que los más ágiles vayan por delante, tras lo cual, los demás los siguen sin darse cuenta de que en todo momento están siendo dirigidos desde detrás.


23. Siempre he sabido que en el fondo del corazón de todos los seres humanos hay misericordia y generosidad. Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, su procedencia o su religión. El odio se aprende, y si es posible aprender a odiar, es posible aprender a amar...


24. Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, o su religión. La gente tiene que aprender a odiar, y si ellos pueden aprender a odiar, también se les puede enseñar a amar, el amor llega más naturalmente al corazón humano que su contrario.


25. Aquel que arrebata la libertad a otro es prisionero del odio, está encerrado tras los barrotes de los prejuicios y la estrechez de miras. Nadie es realmente libre si arrebata a otro su libertad, del mismo modo que nadie es libre si su libertad es arrebatada. Tanto el opresor como el oprimido quedan privados de su humanidad.


26. La educación es el gran motor del desarrollo personal. Es a través de la educación que la hija de un campesino puede convertirse en médico, que el hijo de un minero puede convertirse en jefe de la mina, que un niño de los trabajadores agrícolas pueden llegar a ser el presidente de una gran nación.


27. He dedicado toda mi vida a la lucha del pueblo africano. He combatido la dominación blanca y he combatido la dominación negra. He acariciado el ideal de una sociedad democrática y libre, en la que todas las convivan juntas en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que espero vivir y que aspiro a alcanzar. Pero, si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir.


28. La cárcel no sólo le priva a uno de libertad, también intenta arrebatarte la identidad. Todo el mundo viste el mismo uniforme, come la misma comida y sigue el mismo horario. Es, por definición, el autoritarismo en estado puro, en el que no se tolera la independencia o el individualismo. Como hombre y como luchador por la libertad hay que plantar cara a ese intento de despojarle a uno de todo rescoldo de humanidad.


29. (...) Aquel era precisamente el motivo por el que el National Party se oponía tan violentamente a cualquier forma de integración. Sólo un electorado blanco adoctrinado en la existencia de una amenaza negra y que ignorara las ideas y la política de los africanos podía respaldar la monstruosa filosofía racista del partido gobernante. En este caso, la familiaridad no llevaría al desprecio, sino a la comprensión e incluso, con el tiempo a la armonía.


30. Fue el deseo de lograr la libertad para que mi pueblo pudiera vivir con dignidad y respeto hacia sí mismo lo que movió mi vida, lo que transformó a un hombre joven y asustado en un hombre audaz. Eso fue lo que convirtió a un abogado respetuoso de la ley en un hombre al margen de la ley, a un marido amante de la familia en un hombre sin hogar, lo que obligó a un hombre que amaba la vida a vivir como un monje...


31. Como estudiante me habían enseñado que Sudáfrica era un lugar donde imperaba la justicia y que ésta se le aplicaba a todos, al margen de su estatus social o su posición oficial. Yo había creído en ello sinceramente y había planeado mi vida sobre la base de ese supuesto. Pero mi carrera como abogado y activista hizo que se me abrieran los ojos. Vi que había una gran diferencia entre lo que me habían enseñado en las aulas y lo que había aprendido en los tribunales. Había pasado de tener una visión idealista de la ley como espada de la justicia a considerarla como herramienta utilizada por la clase dominante para estructurar la sociedad en beneficio propio. Jamás espere justicia en los tribunales -por mucho que luchara por ella-, a pesar de que a veces la obtenía.

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