Frases de El ejército furioso

El ejército furioso

18 frases de El ejército furioso (L'armée furieuse) de Fred Vargas... Una terrorífica leyenda medieval tiene aterrorizado a un pueblo. Una horda de muertos vivientes recorren los bosques tomándose la justicia por su mano... ¿Adamsberg resolverá el mi.

Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Fred Vargas son: muertos vivientes, antigua leyenda, secretos de familia, misterio, asesinato, superstición.

Frases de Fred Vargas

Frases de El ejército furioso Fred Vargas

01. Hay muchos detalles en este mundo, ¿Se ha fijado alguna vez?


02. No todo el mundo puede dejar miga de pan en algún sitio.


03. (...) Es un cabrón que no tiene miedo a nadie. No es su estilo preocuparse por el Ejército Furioso...


04. Tenía la impresión de que otro corazón le latía permanentemente en el estómago.


05. Los que ven al ejército furioso, comisario, no son seres benéficos y solares. Son almas oscuras y nefastas.


06. No es que no les guste hablar, es que no les gusta contestar.


07. Dos veces al año, el conde organiza una cena de notables, y me invita. No es muy agradable, pero es ineludible.


08. En fin -suspiró mientras marcaba el número-, la policía es un mal necesario. Durante la guerra, era un mal a secas.


09. Uno siempre conoce su decisión mucho antes de tomarla. En realidad, desde el principio. Por eso los consejos no sirven de nada.


10. Me asombra que haya elegido este método para matarla. Nunca había visto a nadie asfixiar a alguien con miga de pan. -Es inventivo.


11. La superstición podía abrirse caminos bastante anchos tomando aquellos, siempre abiertos, de sus ansiosos pensamientos...


12. La enseñanza es una virtud que amarga. La policía es un vicio que enorgullece. Y como es más fácil abandonar una virtud que un vicio, no tiene elección.


13. La vida real es una montaña de mierda, de bajeza y de mediocridad, bien, sobre esto estamos de acuerdo. Pero no nos queda más remedio que caminar por ella, amigo mío.


14. Nadie piensa en su propia manera de andar salvo cuando se siente vigilado, ya sea por la policía o por el amor. Y entonces nada es más difícil que recobrar la naturalidad perdida.


15. De tanto alejarse de las palabras, las teorías más puras degeneran en bulos. Y uno acaba no enterándose de nada. Entre aproximación e inexactitud, la verdad va disolviéndose dando paso al oscurantismo.


16. Se supone que los tiempos han cambiado, pero eso solo quiere decir que la gente se ha vuelto más discreta. Quiere decir que no lo harán con horcas y fuego, pero lo harán de otra manera.


17. La gente dice que tienen al diablo en casa. Aquí, como en todas partes, hay mucha cabeza hueca que enseguida se llena de cualquier cosa, a ser posible de lo peor. Es lo que todo el mundo prefiere, lo peor. Se aburren tanto...


18. Encontrar un ala de mariposa en una aglomeración de dos mil habitantes era una obra quimérica en comparación con la famosa aguja en un pajar, algo que nunca había parecido inalcanzable a Adamsberg: bastaba con quemar el pajar y recoger la aguja.

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