
8 frases de El camino que va a la ciudad (La strada che va in citta) de Natalia Ginzburg... Libro de Natalia Ginzburg.
Frases de El camino que va a la ciudad Natalia Ginzburg
01. -Algo hay que hacer para no aburrirse -dijo. -Sí, uno se aburre ¿Por qué nos aburrimos tanto? -pregunté. -Porque la vida es estúpida -me dijo, apartando el plato-. ¿Qué le vas a hacer? Uno se cansa pronto de todo. -Pero ¿Por qué uno se aburre siempre tanto? -le dije al Nini al atardecer mientras volvíamos a casa. - ¿Quién se aburre? Yo no me aburro en absoluto, -dijo y se echó a reír agarrándome el brazo -. Entonces ¿Te aburres? , ¿Y por qué? Todo es tan hermoso. - ¿Qué es hermoso? -le pregunté. -Todo -me dijo- todo. Todo lo que miro me gusta. Hace poco me gustaba pasear por la ciudad, ahora camino por el campo y también me gusta.
02. ¿Pero es que hay que querer a alguien? Se puede no querer a nadie y estar interesado en cualquier otra cosa.
03. Qué rara es la gente. Nunca se sabe qué es lo que quieren.
04. La memoria es amorosa y no es nunca "casual". Ahonda sus raíces en nuestra propia vida y por ello su elección no es nunca "casual" sino siempre apasionada e imperiosa.
05. No debemos buscar nunca en la escritura una consolación. No debemos tener un objetivo. Si hay algo que esté claro es que hay que escribir sin tener ningún objetivo.
06. Mi familia no era ni muy rica ni muy pobre: nosotros éramos, ay, burgueses.
07. Yo no podría jamás -porque cada vez era más consciente de que solamente se puede contar lo que se conoce desde dentro y de lo difícil que es describir una condición social diferente de la nuestra, difícil, casi imposible, imposible como crear un personaje que viva en las riberas del Danubio, del Neva o del Don- no podría hablar jamás ni de campesinos ni de príncipes; no conocía ni la vida de los muy ricos ni la vida de los muy pobres; y además era judía y, aunque mi familia no fuera practicante en absoluto, nosotros estábamos por ese motivo en una situación particular y diferente a los demás: ¿Cómo imaginar la vida de los demás desde un ángulo tan restringido, tan particular e infrecuente?
08. (...) Descubrí que un cuento hay que tenerlo en la cabeza como un armazón mientras que una narración larga a partir de un momento se desgrana por sí misma, se escribe prácticamente sola.