Frases de El asesino ciego - 2

22. (...) Sólo dan muestras de una ingratitud involuntaria. Pero la ingratitud involuntaria es la armadura de los jóvenes; sin ella, ¿Cómo podrían ir por la vida? Los viejos desean lo mejor para los jóvenes, pero también lo peor; les gustaría comérselos y absorber su vitalidad a fin de ser inmortales.


23. (...) Jamás barco más bello surcó los mares. Su estructura exterior exhibe la belleza ágil y aerodinámica del galgo, en tanto que por dentro, presenta tal profusión de detalles y una decoración tan superior que lo convierten en una obra maestra del confort, la eficiencia y el lujo. El nuevo barco es como un hotel Waldorf-Astoria flotante.


24. Las despedidas suelen ser demoledoras, pero los regresos sin duda son peores. La carne sólida nunca puede compararse con la sombra brillante que proyecta su ausencia. El tiempo y la distancia difuminan los bordes; entonces, de pronto, llega el amado, y es el mediodía, con su luz implacable, y cada punto, cada poro, cada arruga y cada pelo se ven con toda claridad.


25. No sé qué es mejor, si ir por la vida cargado de secretos hasta que explotas por la presión que ejercen, o que vayan arrancándotelos párrafo a párrafo, frase a frase, palabra a palabra, hasta que al final te quedas vacía de todo lo que en otro momento era para ti tan precioso como el oro en polvo, tan tuyo como tu propia piel.


26. La guerra ocurre en blanco y negro. Para los que están al margen, claro. Para los que participan realmente en ella tiene muchos colores, excesivos colores, demasiado brillantes, demasiado rojo y anaranjado, demasiado líquido e incandescente. Pero para los otros la guerra es como un noticiario: granuloso, difuminado, con estallidos entrecortados y grandes cantidades de personas de piel gris corriendo, arrastrándose o cayendo, todo en otra parte.


27. (...) El político se encargó de hacerle los honores: había que ir con mucho tacto. Se habló de los orígenes locales de Laura, de su valentía, de su "dedicación a un objetivo elegido", que a saber lo que significa. Nada sobre el modo en que murió, cuando todo el mundo en esta ciudad considera -a pesar de las conclusiones de la investigación judicial- que se pareció tanto a un suicidio como maldecir se parece a jurar.


28. Yo y la chica de la fotografía hemos dejado de ser la misma persona. Yo soy su resultado, el resultado de la vida a la que me lancé precipitadamente en una ocasión; como si ella, si es posible afirmar que existió, sólo estuviese compuesta de lo que yo recuerdo. Poseo una perspectiva mejor: la mayor parte del tiempo soy capaz de verla claramente. Ella, en cambió, aun cuando fuera capaz de mirar, no me vería en absoluto.

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