Frases de Claude Gueux

Claude Gueux

21 frases de Claude Gueux (Claude gueux) de Victor Hugo... Dramática historia de un obrero pobre que un día robó para comer y fue condenado a cinco años de cárcel.

Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Victor Hugo son: monarquía, injusticia social, educar para la libertad, pena de muerte, esclavitud, pobreza, robar, valor de la amistad.

Frases de Victor Hugo Libros de Victor Hugo

Frases de Claude Gueux Victor Hugo

01. La ignorancia es mejor que la mala ciencia.


02. La pena de muerte es una amputación bárbara.


03. Se mostrará tranquilo y paciente. La paciencia está hecha con esperanza.


04. Hay en el mundo muchas de esas pequeñas fatalidades obstinadas que se creen providencias.


05. Cultivad esa cabeza del hombre del pueblo, desbrozadla, fecundadla, ilustradla, moralizadla, utilizadla, y no tendréis necesidad de cortarla.


06. La necesidad de hacerse justicia a sí mismo era un callejón sin salida donde se encontraba metido a veces.


07. Ya lo llaméis república o ya lo llaméis monarquía, el pueblo sufre. Eso es un hecho.


08. La popularidad nunca se alcanza sin el disfavor. Al amor de los esclavos acompaña siempre el odio de los amos.


09. La obstinación sin la inteligencia es la necedad soldada al extremo de la ignorancia y que le sirve de añadidura.


10. El obrero era capaz, hábil, inteligente, muy maltratado por la educación, muy tratado por la naturaleza, pues no sabía leer pero sabía pensar.


11. (...) El alegato en contra y el alegato en favor hicieron, cada uno a su turno, las evoluciones que acostumbran a hacer en esa especie de hipódromo al que llaman proceso criminal.


12. Sentía en el fondo del corazón un odio secreto, envidioso e implacable contra Claude, un odio de soberano de derecho a soberano de hecho, de poder temporal a poder espiritual.


13. Tratáis mal esa enfermedad. Estudiadla mejor. Las leyes que hacéis, cuando las hacéis, no son sino paliativos y expedientes. La mitad de vuestros códigos es rutina y la otra mitad empirismo.


14. La cabeza del hombre del pueblo: tal es la cuestión. Esa cabeza está llena de gérmenes útiles. Emplead para que madure y funcione bien lo más luminoso y mejor templado que hay en la virtud.


15. El pueblo tiene hambre, el pueblo tiene frío. La miseria lo impulsa al crimen o al vicio, según el sexo. Compadeceos del pueblo, al que el presidio le quita los hijos y el lupanar las hijas.


16. (...) El presidente preguntó al acusado si tenía algo que decir sobre las conclusiones. -Poca cosa -contestó Claude-. Solamente esto: soy un ladrón y un asesino; he robado y matado. ¿Pero por qué robé, por qué maté? Háganse esas dos preguntas, señores jurados.


17. Señores, se cortan demasiadas cabezas cada año en Francia. Puesto que queréis hacer economías, hacedlas también en esto. Puesto que os dedicáis a suprimir cosas, suprimid al verdugo. Con el sueldo de vuestros ochenta verdugos pagaréis a seiscientos maestros de escuela.


18. La línea principal, la línea diagonal de la índole de ese hombre era la tenacidad. Se enorgullecía de ser tenaz y se comparaba con Napoleón. Eso no es más que una ilusión óptica. Son muchas las personas que se engañan y que, a cierta distancia, confunden la tenacidad con la voluntad y una vela con una estrella.


19. (...) Obrero honrado en otro tiempo, ladrón en adelante, tenía un rostro digno y grave, la frente alta, ya arrugada aunque todavía era joven; algunos cabellos grises perdidos entre los mechones negros, los ojos bondadosos y muy fuertemente hundidos bajo un arco superciliar bien modelado, las ventanas de la nariz abiertas, el mentón avanzado, el labio desdeñoso. Su cabeza era bella. Se va a ver lo que la sociedad ha hecho con ella.


20. Cualquier cosa que hagáis, la suerte de la muchedumbre, de la multitud, de la mayoría será siempre relativamente pobre, desdichada y triste. A ella le corresponderá siempre empujar las cargas, arrastrar las cargas, llevar las cargas. Examinad esta balanza: Todos los goces están en el platillo del rico, todas las miserias en el platillo del pobre. ¿Las dos partes no son desiguales? ¿La balanza no tiene que inclinarse necesariamente, y el Estado con ella?


21. Un invierno se quedó sin trabajo. No había fuego ni pan en la buhardilla. El hombre, la hija y el niño tenían frío y hambre. El hombre robó. No sé qué robó ni sé dónde robó. Lo que sé es que el resultado de ese robo fueron tres días de pan y de fuego para la mujer y el niño, y cinco años de cárcel para el hombre.

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