14 frases de Bettý de Arnaldur Indridason... Ella es una mujer de una belleza única. Una mujer de las que no se olvidan nunca. Por una mujer como ella cualquiera podría llegar a cometer una locura... O un asesinato.
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Frases de Bettý Arnaldur Indridason
01. Hay personas que se pasan toda la vida haciendo trabajos que no les satisfacen lo más mínimo pero nunca hacen nada para cambiarlo.
02. Había que ser un completo idiota para echar a perder una relación con una mujer así...
03. Hay quien pierde la vida en accidentes de tráfico. Otros se caen escalando. O mueren alcanzados por una bala perdida. Se caen a un río. Se atragantan con un hueso de pollo. La gente muere continuamente. Pero a quién le toca ya es pura casualidad. No existe ninguna regla. No hay más que forzar una de esas casualidades.
04. El interrogatorio en sí no es más que una gran función teatral. El escenario está delimitado, hay pocos actores, mucho drama y, como siempre, la paga el que peor lo hace.
05. Vosotros, los abogados -puntualizó-. Los ricos. Os creéis que la vida no es más que un juego y que nunca debéis asumir las consecuencias.
06. ¿Hay alguien capaz de examinar su vida bajo el microscopio? ¿Quién tiene el valor? Nadie puede soportar un autoanálisis certero, despiadado e incondicional. Quien diga que puede, miente.
07. ¿Qué hace que se despierte el amor y el odio, dos sentimientos tan distintos y a la vez tan similares? ¿Qué nos ciega y nos hace perder la cordura hasta que no hay vuelta atrás?
08. ¿Qué es lo que nos hace desdeñar las señales de peligro y los errores, lo que hace que nos neguemos a ver o entender lo que sentimos cuando nos dirigimos hacia el abismo? ¿De dónde procede esa negación? ¿Por qué preferimos no ver los peligros a pesar de tenerlos delante de nuestras narices? ¿Será el amor? ¿Será esa la razón de nuestra ceguera?
09. Era muy consciente de su belleza y probablemente siempre la había utilizado para obtener lo que quería. Conozco pocas mujeres tan conscientes de la fuerza que les concede su belleza y atractivo sexual. Llevaba toda la vida manipulando a la gente a su antojo y era tan hábil que nadie se daba cuenta de ello hasta que no había caído ya en sus redes.
10. El sexo con ella era celestial y aprendí cosas de las que nunca había oído hablar o cuya existencia ignoraba, cosas que despertaban en mí un placer y una plenitud hasta entonces desconocidos.
11. Con el tiempo terminé accediendo a todo. Me tenía totalmente en su poder.
12. No pasa nada porque te atraigan las personas de tu mismo sexo o de ambos sexos -dijo la psiquiatra. Nadie tiene por qué avergonzarse de su orientación sexual.
13. Tú eres como eres y no necesitas su aprobación. No necesitas la aprobación de nadie.
14. Vivíamos, por así decirlo, nuestra luna de miel. Y yo la idolatraba. La adoraba.