
8 frases de Aguafuertes españolas de Roberto Arlt... Libro de Roberto Arlt.
Frases de Aguafuertes españolas Roberto Arlt
01. La multitud, con sus fardos de verdura, con sus cofres a la cabeza, sus cestos de semilla, sus cajas de trebejos, sus bolsas de panes, sus carros de marranos, sus nidares de huevos, se ha desparramado a lo largo de todas las fachadas de las rúas de Betanzos, en la empinada de Sánchez Breguas, en la escalinata de Santa María, en el Campo de la Feria, a la sombra de los altos plátanos amurallados por rampas de piedra, bajo las bóvedas de acacia detrás del Archivo del Reyno de Galicia.
02. ¿Qué significa el esfuerzo en la gran llanura, comparado con la lucha en la mar traidora o en la montaña empinadísima?
03. De allí que en las Américas la vida sea fácil para el gallego. No se siembra sobre piedras. La tierra es tan tierna que en verano se la cruza en ferrocarril entre grandes nubes de polvo.
04. A la vuelta de la esquina, enrejados, cinco ábsides de piedra festoneados por cortinas de hiedra, calados por largos ventanales sin cristales. Melancolía de muerte. No he visto jamás ruinas tan delicadas ni siniestras.
05. Se percibe la frialdad de los huesos de los antiguos muertos. Parece que en este paraje en ruinas se hubiera detenido la respiración del mundo.
06. Me acuerdo de los gallegos de Buenos Aires. "As vaquiñas". ¡Cómo se les debe apretar el corazón cuando recuerdan a su Galicia! Estos valles frescos y profundos, empenachados de castaños y nogales. Pasan las estaciones, los pueblecillos...Pueblos de casas de piedra obscura de dos pisos, con tejado de piedra negra, estampados en manchas verdes. Porque éste es el paisaje más hermoso y más dulce de España.
07. Galicia emociona como un dulcísimo llanto. Su paisaje es tan puro, que el corazón se arremansa en él. Su montaña no es brutal, sino idílica. Y yo sé cómo los seres humanos, que han nacido en la montaña, aman a la montaña. Es el amor de toda su vida.
08. Estéticamente, psicológicamente, el espíritu, los hechizos, los demonios, son las formas humanas, en que el ser viviente puede traducir con palabras la emoción de belleza que le produce el paisaje.