Frases de Yukio Mishima - Página 10

01. ¡Qué crueldad comportaba esa acción de ver! "El color prohibido" (1954)

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02. Quien ama un ideal espera a su vez que el ideal le ame. "El color prohibido" (1954)

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03. La desdicha de unos constituye en cierta medida la felicidad de otros. "El color prohibido" (1954)

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04. Los viejos no creen en el futuro, por la fuerza de la inercia que les han inculcado los años, mientras que los jóvenes carecen de esa inercia de la edad. "El color prohibido" (1954)

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05. Cuando uno piensa en la felicidad ajena, sueña sin darse cuenta en la manera de alcanzar su propia felicidad, lo cual, a fin de cuentas, le hace ser más egoísta que si se ocupara tan sólo de su felicidad. "El color prohibido" (1954)

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06. En todo hogar se incuba una desgracia. El viento favorable que impulsa a un velero por el rumbo correcto es, en lo fundamental, el mismo que, convertido en vendaval de tormenta, lo hace naufragar. "El color prohibido" (1954)

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07. La función de la crítica no consiste ahora en la imitación de la belleza, sino en su evaluación. "El color prohibido" (1954)

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08. No solo la belleza impone el silencio, sino también la indiferencia. "El color prohibido" (1954)

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09. Comprendo la desazón del espía. El espía no debe hacer caso de su deseo para actuar, pues de lo contrario todos los actos que realiza por su patria serían triviales... "El color prohibido" (1954)

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10. La belleza te quema los dedos cuando la tocas. "El color prohibido" (1954)

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11. Dos hombres no pueden mancharse, y si practican el amor de una manera tan dolorosa es por la desesperación de no lograrlo. "El color prohibido" (1954)

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12. Me gustaría que vivieras de nuevo mi juventud, pero a la inversa de como la viví yo. En una palabra, me gustaría que te convirtieras en mi hijo y me vengaras. "El color prohibido" (1954)

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Influencias

Autores relacionados

Kenzaburo Oe Natsume Soseki Osamu Dazai

Yukio Mishima


Escritor, novelista, dramaturgo, poeta, ensayista, crítico y actor japonés de nombre Kimitake Hiraoka, considerado uno de los más grandes escritores de la historia del Japón.

Sobre Yukio Mishima

Yukio Mishima nace en el seno de una familia de clase alta y fue criado por su abuela Natsu, de aspiraciones aristocráticas y proveniente de una familia vinculada a los samurái de la era Tokugawa.

Estudió en la exclusiva escuela Gakushüim, donde escribió su primer cuento en 1938 y en 1941 su primer libro de relatos.

Durante la Segunda Guerra Mundial (1938-1945) no pudo cumplir el servicio militar por estar enfermo de tuberculosis, suceso que él mismo entendió como una humillación y que se convirtió un trauma lacerante e imborrable y en su lugar trabajó en una fábrica aeronáutica.

En 1947 Yukio Mishima obtuvo un doctorado en Derecho por la Universidad de Tokio y comenzó a trabajar como funcionario en el Ministerio de Finanzas japonés, pero tras un breve tiempo abandonó el empleo para dedicarse por entero a la actividad literaria.

En junio de 1949 publicó "Confesiones de una máscara", obra que cosechó un inmediato éxito y que supuso su definitiva consagración en el mundo literario.

Desde 1955 emprendió un intenso programa de actividad física que incluía levantamiento de pesas y artes marciales y tiempo después realizó adiestramiento militar en la base de Sietai, junto con un grupo de estudiantes universitarios.

Después de una breve relación con Michiko Shoda (quien tiempo después se convertiría en esposa del Emperador Akihito), se casó con Yoko Sugiyama en 1958 y tiempo después la pareja tuvo dos hijos.

Entre 1966 y 1970 publica su obra cumbre, la tetralogía "El mar de la fertilidad", compuesta por las novelas "Nieve de primavera" (1966), "Caballos desbocados" (1968), "El templo de la aurora" (1970) y "La corrupción de un ángel" (1970), completada esta última el mismo día de su muerte.

Tras ocupar la sede del estado mayor nipón en un intento de forzar la recuperación de los ideales heroicos de preguerra, se quitó la vida mediante el rito del seppuku al grito de "Larga vida al emperador".

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