01. Hay momentos de frío en los que estrangulas palomas y te calientas con sus alas.
02. Era tan hermosa que en el fondo de mi delirante amor me esperaba todavía íntegra toda la locura.
03. Hay momentos de mutismo en que la boca de la mujer hace pensar que el pudor es sólo cuestión de sexo.
04. Mire usted, señora, mis pecados son tantos que usted no puede darse idea. Y son tan pocos, que los conoce bien.
05. También tú, allá abajo, te esfuerzas en vano de alto en alto, pues quien se ha sumido en la poesía ya nunca se saldrá.
06. Hay destinos donde lo que carece de temblor no es sólido.
07. Sólo entraré para salir de nuevo y volveré a entrar sólo para salir, porque la oscuridad me da miedo como a todos los hombres. Pero ella me dijo: ¡Pues yo he dejado allí la luz encendida!
08. Durante la ausencia de la mujer amada las tinieblas, totalmente enloquecidas, se apoderan de sus piernas, se deslizan en los zapatos de hielo y empiezan a bailar desde tu cama hasta la inmensa sala del insomnio.
09. "¿Qué hay en tu corazón?" Me preguntó la vida. Era una pregunta tan brusca, buscaba tan poca excusa, que quise responder: ¡Nada! Pero el tiempo me dijo: "¡Mentiroso, ese lugar que en ti han ocupado las mujeres sólo en el infierno permanece vacío!"
10. Cuando llueve en domingo mientras tú estás abandonado y no comprendes cómo vivir sin cuerpo y cómo no vivir puesto que tienes cuerpo; cuando llueve en domingo y, solo, no eres más que tú, ¡no esperes ni hablar contigo mismo! Entonces el ángel es el único que sabe lo que hay encima de él, entonces el diablo es el único que sabe lo que hay debajo de él.