01. Una promesa es obligatoria en relación inversa al número de personas a quienes se hace.
02. En muchos oficios una conciencia representa una carga más onerosa que una esposa o un coche.
03. Sólo tú haces estos regalos al hombre y posees las llaves del paraíso, ¡Oh justo, sutil y poderoso opio!
04. Era una tarde de domingo húmeda y triste; no hay en el mundo espectáculo más aburrido que un domingo lluvioso de Londres.
05. Si me detengo a reflexionar en lo que es propio decir a ésta o aquella persona, pronto dudaré que exista una parte de mi relato que con propiedad pueda contarse.
06. La soledad, si bien puede ser silenciosa como la luz, es, al igual que la luz, uno de los más poderosos agentes, pues la soledad es esencial al hombre. Todos los hombres vienen a este mundo solos y solos lo abandonan.
07. Si un hombre se deja tentar por un asesinato, poco después piensa que el robo no tiene importancia, y del robo pasa a la bebida y a no respetar los sábados, y de esto pasa a la negligencia de los modales y al abandono de sus deberes.
08. El secreto de la felicidad sobre el que disputaron los filósofos a través de las edades; la felicidad podía comprarse por un penique y llevarse en el bolsillo del chaleco, los éxtasis portátiles encerrarse con un corcho en una botella de medio litro, la paz del alma transportarse por galones en coches de correo.
+ Frases de Secreto de la felicidad
09. Ciertamente todos debieran conocer los divinos placeres que en invierno trae consigo una chimenea: velas a las cuatro de la tarde, alfombras abrigadoras al lado del fuego, té, una hermosa muchacha que lo prepare, persianas corridas, cortinas que caen al suelo formando amplios pliegues, en tanto que fuera el viento y la lluvia.
10. (...) Las manos entrelazadas en el dolor de la despedida y luego - ¡Los eternos adioses! Y con un suspiro, como suspiraron las cavernas del infierno cuando la madre incestuosa pronunció el nombre aborrecido de la muerte, el sonido quedó resonando - ¡Los eternos adioses! Y otra vez y aún otra vez resonando - ¡Los eternos adioses! Y desperté forcejeando y grité "¡No dormiré más!".
11. El lector advertido no se interesará en el tema de los ensalmos fascinantes sino sobre todo en el poder de fascinación. El verdadero protagonista de la historia y el centro legítimo en torno al cual gira el interés no es el comedor de opio sino el opio. Mi propósito fue demostrar la eficacia maravillosa del opio para el placer y para el dolor: si lo he conseguido la acción de la pieza ha terminado.
12. Mi manera de escribir es casi pensar en voz alta y seguir mis movimientos de humor, sin reparar en quién me está escuchando; Si me detengo a reflexionar en lo que es propio decir a esta o aquella persona, pronto dudaré de que exista una parte de mi relato que con propiedad pueda contarse. Lo cierto es que me imagino que ya han pasado quince o veinte años y me hago a la idea de que escribo para quienes entonces se interesarán por mí.