01. Hay que enfrentarse a las cosas con valor, ya sabe. Hay algunas cosas que no pueden...Evitarse aunque lo queramos, por muy deseable que ello sea. Fortaleza. Resignación...
02. Se había alzado un viento suave y ahora se oía el mar, sonámbulo e hipnótico, como si unos párpados pesados hubieran caído sobre los ojos de Poseidón y también él durmiera.
03. La guerra -prosiguió- trae calamidades tanto a los particulares como a las naciones. En estos tiempos sólo hacen dinero los fabricantes de armas o los comerciantes de provisiones para los ejércitos.
04. Un velo es más provocativo que el cuerpo desnudo, pues la sutileza resulta más deseable que la desvergüenza. Una mujer nunca debe darlo todo, ni siquiera simuladamente, excepto por un breve instante.
05. El mundo no queda nunca estático, cada año que pasa es un mundo diferente. Sin embargo, ahora que todo, el mundo dice que vivimos en un mundo cambiante, creo que es una excusa para justificar los excesos.
06. A pesar de lo mucho que se habla de "amor" en el mundo actual, permanece el hecho de que jamás ha carecido tanto el mundo de amor, este mundo duro de corazón, asesino, cruel, egoísta, despectivo e indiferente.
07. Los católicos hablaban de la gracia, pero ¿Qué era la gracia, a no ser la conciencia de los deberes diarios, la responsabilidad para con los demás y la obediencia a la autoridad civil? ¿Y la necesidad de ser un auténtico hombre?
08. ¿Quiere que le diga una cosa? Todo ese amor de que tanto se oye hablar en estos días es sucio. Eso es lo que es: sucio. Uno mira a la gente que lo vocea y tiene la sensación de suciedad moral y espiritual, no natural, indecente.
09. Estamos muy ocupados...Con nada. Hablamos...De nada. Nuestro vecino, nuestro hermano, nos suplica ayuda a gritos, y eso no nos preocupa. Peor aún, ni siquiera le oímos, enfrascados en nuestra vida tan ocupada, tan vulgar y tan trivial.
10. Ningún político puede mantenerse al margen de la corrupción, porque es tarea de la política el tratar con el pueblo y el pueblo inevitablemente corrompe. El hombre es bueno tan sólo en el reino de lo abstracto y eso, si quiere sobrevivir.
11. De nuevo reinaba la oscuridad y la tristeza en el templo. Algunas personas cercanas al altar murmuraban oraciones y pequeñas lámparas votivas ardían ante la diosa de mármol. Fuera rugían salvajemente los truenos, alterando la paz del templo.
12. En ella todos los sentidos eran en realidad uno solo, de modo que el gusto, el olfato, el oído, la vista y el tacto se unían en una sola emoción, con frecuencia demasiado intensa para poderla soportar sin una extraordinaria turbación del espíritu.