01. Nací para el fútbol como Beethoven para la música.
02. Las reglas del fútbol son una educación: son justas e iguales para todos.
03. Dios me dio el don de jugar al fútbol, y el resto lo conseguí porque me cuidaba y me preparaba.
04. Si uno tiene jugadores buenos y de calidad, artistas, se verá un espectáculo. Pero en caso contrario no.
05. Ya no hay espacio, los jugadores deben pensar con gran rapidez y ser inteligentes para encontrar un hueco. Ahora depende mucho del jugador.
06. [¿Por quién pagaría Pelé una entrada para verle jugar?] Por Brasil. Porque a Brasil siempre le gusta jugar al fútbol. Soy un amante del fútbol.
07. Echo de menos la pelota, la emoción y la energía en el estadio, la lucha por conseguir un buen resultado, la alegría y la tristeza en la victoria y en la derrota.
08. Jamás seré técnico de fútbol. Sé que ser entrenador es complicado y no deseo complicarme la vida con eso, además no puedo aspirar a tener una carrera como la que tuve como jugador, eso es inalcanzable.
09. Para imponerse, el entrenador debe tener buenos conocimientos e inspirar confianza. No puede convertirse en un verdugo, ese error suele pagarse caro porque los grandes equipos, como las grandes empresas, se construyen con unidad y respeto mutuo, no con un látigo.
10. Hoy el fútbol es muy defensivo, muy táctico. Los entrenadores tienen conocimiento de todos los equipos. Los jugadores conocen los equipos. No hay más una táctica, ahora todos atacan y todos defienden. Cuando se pierde la pelota, todos van a recuperarla. No hay más 4-3-3 o 4-4-2. Todos juegan igual. La diferencia es cuando se tiene uno o dos jugadores con capacidad individual.
11. Alguna gente piensa que el cuarto árbitro no debería tener autoridad para controlar a los entrenadores. Mi opinión personal es que si le damos al entrenador un área, puede hacer lo que quiera, porque a algunos técnicos les gusta hablar y gritar, y a otros no. No creo que se les deba decir que se vayan hacia atrás y se sienten en el banquillo. Existe la sensación de que tienen demasiado poder. A menos que diga o haga cosas perjudiciales, el entrenador debería tener libertad para trabajar en su área.