01. Pequeña patria, dulce tormenta mía, canto ubicado en mi garganta desde los siglos del maíz rebelde: tengo mil años de llevar tu nombre como un pequeño corazón futuro cuyas alas comienzan a abrirse a la mañana.
02. Dulce eres, como la tierra, como ella frutal y hermosa.
03. Hermosa encuentra la vida quien la construye hermosa.
04. Vámonos patria a caminar, yo te acompaño. Yo bajaré los abismos que me digas. Yo beberé tus cálices amargos. Yo me quedaré ciego para que tengas ojos. Yo me quedaré sin voz para que tú cantes. Yo he de morir para que tú no mueras, para que emerja tu rostro flameando al horizonte de cada flor que nazca de mis huesos.
05. ¡Ay! Guatemala, cuando digo tu nombre retorno a la vida. Me levanto del llanto a buscar tu sonrisa.
06. Pequeña patria mía, dulce tormenta, un litoral de amor elevan mis pupilas y la garganta se me llena de silvestre alegría cuando digo patria, obrero, golondrina.
07. Anduve viajando muchos años por el mundo, con el lucero de tu nombre en los ojos.
08. Si me preguntaras qué es lo que más quiero sobre la anchura de la tierra, yo te contestaría: a tí, amor mío, y a la gente sencilla de mi pueblo.
09. Y nada podrá contra la vida porque nada pudo jamás contra la vida.
10. No me apena dejaros. Con vosotros queda mi esperanza.
11. Soy un hombre apasionado del viento, por él hubiera dado toda mi vida.
12. Nada es más invencible que la vida.