Frases de Nikos Kazantzakis

01. ¡Qué extraña máquina es el hombre! Usted le mete pan, vino, pescado y rábanos, y salen suspiros, risas y sueños. "Zorba, el griego" (1946)

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02. Hemos visto el círculo más elevado de poderes en espiral. Le hemos puesto de nombre a este círculo Dios. Podríamos haberle puesto cualquier otro nombre que quisiéramos: abismo, misterio, oscuridad absoluta, luz absoluta, materia, espíritu, esperanza última, desesperanza última, silencio. Pero no olvidar jamás, somos nosotros quienes le ponemos el nombre.

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03. La belleza es despiadada. No la miras vos, te mira ella y no perdona.

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04. Una vez más comprendí hasta qué punto la felicidad terrena está hecha a la medida del hombre. No es un ave rara a la que debemos perseguir un momento en el cielo y al siguiente en nuestra mente. La felicidad es un ave doméstica que se encuentra en el patio de nuestra propia casa.

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05. Todo en el mundo tiene un significado oculto. "Zorba, el griego" (1946)

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06. Para triunfar, primero debemos creer que podemos.

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07. Qué difícil, qué extremadamente difícil para el alma separarse de su cuerpo el mundo: de montañas, mares, ciudades, gente. El alma es un pulpo y ésos son sus tentáculos... Ninguna fuerza sobre la tierra es tan imperialista como el alma humana. Ocupa y a su vez es ocupada, pero siempre considera demasiado estrecho su imperio. Sofocándose, desea conquistar el mundo para respirar libremente.

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08. Las personas necesitan un poco de locura, de otro modo nunca se atreven a cortar la soga y liberarse.

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09. Todos estos días actuaron con responsabilidad y seriedad sobre la cuestión.

+ Frases de Seriedad


10. Durante nuestra vida, nosotros dos no hemos perseguido sino una sola cosa; una visión cruel, sanguinaria, indestructible: la substancia... Yo no he hablado nunca de los detalles de la vida cotidiana; son caracolas vacías.

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11. El tiempo ha llegado a ser para mí el bien supremo. Cuando veo a los hombres pasearse, vagar o malgastar el tiempo en discusiones vanas, me dan deseos de ir a una esquina a tender la mano como un mendigo: Dadme una limosna, buenas personas; dadme un poco del tiempo que perdéis, una hora, dos horas, lo que queráis.

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12. No debemos amar a los hombres, sino a la llama que no es humana y que los hace arder. No debemos luchar por la humanidad, sino por la llama que transforma en fuego a esta paja húmeda, inquieta, ridícula, a la que llamamos Humanidad.

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Constantino Cavafis Odysséas Elýtis

Nikos Kazantzakis

Nikos Kazantzakis
  • 18 de febrero de 1883
  • Kandiye, Imperio otomano (actual Creta, Grecia)
  • 26 de octubre de 1957
  • Friburgo de Brisgovia, Baden-Wurtemberg, Alemania

Escritor, novelista, filósofo y traductor griego, autor de "Odisea" (1938), "Zorba, el griego" (1946), "Cristo de nuevo crucificado" (1948) y "La última tentación" (1951).

Sobre Nikos Kazantzakis

Nikos Kazantzakis nace en el seno de una familia campesina, de padre cerrado y poco comunicativo y madre afectuosa.

Realiza sus estudios primarios y secundarios en Grecia, en ese momento Imperio Otomano (1299-1923).

En 1902, Nikos Kazantzakis ingresa en la Universidad de Atenas para cursar Leyes y en 1907 se traslada a París (Francia) para estudiar filosofía, donde tuvo como profesor a Henri Bergson y colaboró con numerosas publicaciones griegas.

En 1911, luego de una tormentosa relación sentimental, conoce a la escritora Galatea Alexiou y se casan, viviendo en un pequeño departamento de Atenas.

Durante la Guerras de los Balcanes (1912-1913), Nikos Kazantzakis participa en forma voluntaria, ejerciendo cargos diplomáticos.

Tiempo después se trasladó y residió temporalmente en París y Berlín (Alemania), siendo un periodo crítico en su vida, donde recibió influencias del romanticismo y el budismo.

Nikos Kazantzakis visitó Italia y Rusia en 1925, donde quedó impresionado con Vladimir Lenin y simpatizó con el comunismo, aunque tiempo después lo desilusionó.

En 1926 volvió a Grecia y se divorció de su mujer en 1926, comenzando una serie de viajes que lo llevarían a España en 1932 y luego a Chipre, Egipto, Checoslovaquia y Niza entre otros destinos.

En 1945 se casa con Eleni Samiou, quien lo acompaño y le dio apoyo incondicional el resto de su vida y un año después edita la obra "Alexis Zorbas", que lo haría conocido cuando la adaptaron al cine en la película "Zorba el griego" (1964).

Fue propuesto para el Premio Nobel de Literatura por la Sociedad de Escritores de Grecia en 1946.

En 1957, Nikos Kazantzakis viajó a China y Japón, donde el cuadro de leucemia que sufría se agravó y fue trasladado a Friburgo (Alemania), donde murió.

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