01. Que agradable cuando la primavera siembra de flores las verdes campiñas.
02. Para cuerpos sin audacia no está hecha la voluptuosidad de este calor.
03. Y cuanto de mi amor puedas, memoria, cuanto puedas, tráemelo de nuevo esta noche.
04. La risa es como un rayo de sol, todo de oro puro, no hay otro jardín como el del amor.
05. Dicha y perfume de mi vida, de mi vida en que evité todo goce de amores rutinarios.
06. El Arte sabe dar forma a la Belleza, con toque imperceptible completando la vida combinando impresiones, combinando los días.
07. Y he bebido un vino fuerte como beben aquellos que se entregan valerosamente al placer.
08. Pide que el camino sea largo. Que sean muchas las mañanas de verano en que llegues, ¡con qué placer y alegría! , a puertos antes nunca vistos.
09. Tu llegada allí es tu destino. Mas no apresures nunca el viaje. Mejor que dure muchos años y atracar, viejo ya, en la isla, enriquecido de cuanto ganaste en el camino.
10. Recuerda, cuerpo, no sólo cuánto se te amó, no solo los lechos donde estuviste echado, más también aquellos deseos que, por ti, en miradas brillaron claramente y en la voz se estremecieron.
11. Cuando la memoria del cuerpo despierta, su viejo deseo vuelve a rodar en la sangre; cuando los labios y la piel recuerdan mis manos sienten como si tocaran de nuevo.
12. Si imposible es hacer tu vida como quieres, por lo menos esfuérzate cuanto puedas en esto: no la envilezcas nunca por contacto excesivo con el mundo que agita movedizas palabras.