01. Jesús debe ser toda nuestra fuerza. Con Jesús la carga se hace ligera, las fatigas suaves, las espinas se convierten en dulzuras...
02. Ánimo, y como buena hermana, ayuda a las demás a trabajar por el Señor, amaos mutuamente y procuraos el bien espiritual y material.
03. Jesús se complace mucho de estar en medio de las hijas que son humildes y caritativas. Haced de modo que Jesús pueda estar contento en medio de vosotras.
04. Te recomiendo mucho la humildad y la caridad: si practicáis estas virtudes el señor os bendecirá a vosotras y a vuestras obras, de manera que podréis hacer un gran bien.
05. Procura ser siempre un modelo de virtud: de humildad, de caridad y de obediencia, y, como el Señor mira el interior, estas virtudes se han de practicar más con el corazón que con actos externos.
06. Perdone mi incapacidad, que no sabe expresarse, e intérprete en estas pocas y mal enlazadas palabras todo lo que mi corazón quisiera decirle y concediéndome una particular bendición créame como me profeso con el debido respeto.
07. Que no piensen sólo en ponerse un hábito negro, sino en la necesidad de revestirse del hábito de todas las virtudes necesarias a una religiosa que quiere llamarse esposa de Jesús. (...) Que adquieran un espíritu de mortificación, de sacrificio, de obediencia, de humildad y desprendimiento de todo lo que no es Dios.