01. Las luces parpadean. Hay unos jadeos repentinos y unos pequeños chillidos de las chicas con el ánimo más exaltado. Es sólo un tramoyista creando efectos, pero ha tenido el resultado deseado. La bruja se frota las manos y confiesa su diabólico plan de engordar a los niños y cocinarlos en su gran horno. Esto hace que todo el mundo chille, y yo me pregunto qué tipo de infancia tuvieron los hermanos Grimm. No son alegres estos cuentos de niños cocinados por brujas, doncellas envenenadas por viejas y a saber qué otras cosas horribles más.