01. Niña, niña: para ser un cuadro es preciso saltarse todas las barreras. No sabes en qué mundo te estás metiendo niña. Ser una obra maestra tiene algo de... inhumano. Debes ser fría, mucho más fría. Imagina el tema de una película de ciencia-ficción: el arte es un ser de otro planeta y se manifiesta a través de nosotros. Podemos pintar cuadros o componer música, pero ni el cuadro ni la música nos pertenecerán, porque no son cosas humanas. El arte nos usa niña, nos usa para poder existir, pero es como un alienígena. Debes pensar eso: no eres humana cuando eres un cuadro.
02. Un periodista me preguntó cierta vez cómo me había surgido la idea de una novela determinada. Respondí: "Escuchando tal música". Tiempo después, otro periodista me preguntó lo mismo con otra novela, y resultó que había sido otra música la inspiradora. Tras varias preguntas y respuestas parecidas me percaté de las coincidencias, como nos percatamos de que caminamos de forma llamativa o tenemos un determinado tic cuando alguien nos lo hace notar, y, de este modo, comprendí que la música me inspiraba cosas, o, por lo menos, que la música me resultaba muy importante para crear.
03. (...) La vida real no es esto que vemos ahora mismo: es mucho más. No me frustra la realidad, me frustra no poder conocerla toda. Por ejemplo, la realidad no es sólo lo que percibimos durante la vigilia: los sueños también son reales. La realidad no es sólo nuestro cuerpo macroscópico: también los átomos y los electrones que la forman. Hay muchas cosas que no somos capaces de percibir y que nos influyen en el día a día de manera importantísima. Las hormonas nos pueden afectar de formas que no podemos sospechar...También me interesan mucho la intuición y el azar, que están muy relacionados. El azar es todavía muy desconocido para nosotros, y también él forma parte de nuestra realidad.