01. El misterio es un género obligado. No hay nada más realista.
02. La madurez exige un compromiso. En toda transformación hay algo que dejamos atrás, que destruimos.
03. Lo que ayuda realmente es tener una gran capacidad de observación y una curiosidad por las personas y las situaciones.
04. Es conveniente enfrentarnos una y otra vez a lo que no nos gusta. Lo que no nos gusta es como un amigo honrado: nos ofende diciéndonos la verdad.
05. La ciencia es la única que sabe, la única que emite un veredicto. Sin ella, seguiríamos creyendo que el sol gira a nuestro alrededor y la Tierra no se mueve.
06. La memoria necesita inventar. La memoria es escritora. Cuando recordamos a la persona fallecida, es como si la escribiéramos dentro de nosotros: recordamos, sobre todo, al personaje.
07. Nos pasamos un tercio de la vida soñando y dos tercios intentando soñar. ¿Qué es la realidad? ¿Lo que sucede ante nuestros ojos, lo que pensamos mientras sucede, lo que ven los demás?
08. El miedo no es una sensación negativa. En cierta ocasiones es hasta algo útil. La inquietud del desasosiego es el germen del descontento. Cuando estamos descontentos intentamos avanzar.
09. Hay que inventar una buena trama y unos buenos personajes, si no la novela cojea. No creo en la novela en la que una prosa poderosa y un personaje perfectamente construido den peso a una nadería.
10. La intriga es la herramienta más importante para los autores. Es el hilo conductor que nos ayuda a no perdernos en la trama y, a la vez, nos permite hablar de cualquier cosa. La intriga es lo más realista que se puede concebir.
11. La bondad y la maldad no dependen del paso del tiempo. Están estampadas en nuestro corazón, en nuestra alma. Todos tenemos impulsos, deseos, tentaciones... Unos los controlan y otros se dejan vencer: ésa es la clave de las creencias religiosas.
12. A los escritores nos pagan por decir mentiras y a los periodistas por decir la verdad, y es muy peligroso, según parece, intercambiar oficios: al escritor que siempre pretende decir la verdad nadie lo lee, y al periodista que cuenta mentiras lo despiden.