01. Que Dios me ayude a decir lo correcto.
02. Las confrontaciones personales, que más nos inquietan, aquellas de las que no podemos desprendernos, son en las que desempeñamos un papel que no estamos dispuestos a reconocer. Por eso el dolor dura, porque nos negamos a mirar su fuente.
03. Hacía que todo lo que estaba sucediendo en ese momento fugaz pareciera tener más que ver con un sueño vaporoso que con la realidad, tan llena de aristas, de la vida cotidiana.
04. Cada vez que estés inquieto, trata de identificar el temor que está debajo de la inquietud. La raíz es siempre el miedo. A menos que lo afrontemos, tendemos a actuar mal.
05. Puede que fuera un minuto o una hora. Dave no lo sabía. De lo que sí era plenamente consciente era de la sonrisa constante, perceptiva y encantadora de su mujer; la sonrisa que solo ella tenía.
06. Pasamos por alto las pruebas reales. Ese es el problema. Así es como funciona nuestra mente. Las historias nos encantan. Necesitamos creerlas. ¿Y sabes qué? La necesidad de creerlas puede ser nuestra perdición.
07. Nuestra percepción de los hechos está más deformada por el peso de nuestras emociones que por la débil influencia de los datos que poseemos.
08. Había siempre algo interesante en los ojos. Contenían y reflejaban, aun a pesar de los esfuerzos por ocultarlo, la suma emocional de todo lo que habían visto.
09. Había alcanzado un punto en que nada le gustaba más que una página de calendario en blanco para el mes siguiente: ninguna cita, ninguna promesa.
10. El mercado de la basura es más grande que el mercado del comentario sensato e inteligente. Es el abecé de la economía de los medios.
11. La glorificación de la ignorancia. Todo preparado para sacarle un provecho. La venta de la ira y resentimiento como una mera fórmula para entretener.
12. Y al final el ángel tuvo que marcharse, porque ya había hecho todo lo posible por él, todo lo que estaba dispuesto a permitir.