01. Mundialización y universalidad no van de la mano, son más bien excluyentes. La mundialización se da en las técnicas, en el mercado, en el turismo, en la información. La universalidad es la de los valores, los derechos del hombre, las libertades, la cultura, la democracia.
02. No existe nada más contrario al pensamiento y a la escritura que su actualización en tiempo real en una pantalla o un ordenador. Escribir se basa en la disociación de la pantalla y del texto, de la imagen y del texto. Hace falta una mirada, una distancia.
03. La necesidad de hablar, incluso si uno no tiene nada que decir, se vuelve más acuciante cuando uno no tiene nada que decir, así como la voluntad de vivir se hace más urgente cuando la vida ha perdido su significado.
04. Reto, y no deseo, se encuentra en el corazón de la seducción.
05. El primer plano de un rostro es tan obsceno como un órgano sexual visto de cerca. Se trata de un órgano sexual. La promiscuidad del detalle, el zoom-in, adquiere un valor sexual.
06. Sólo hay unas pocas imágenes que no están obligados a proporcionar significado, o tener que pasar por el filtro de una idea específica.
07. La identidad es un sueño de una absurdidad patética. Se sueña con ser uno mismo cuando no se tiene nada mejor que hacer. Se sueña con ello cuando se ha perdido la singularidad (y la cultura es precisamente la forma extrema de singularidad de una sociedad).