Frases de Heráclito - Página 2

01. Los que buscan oro excavan mucha tierra y encuentran poco.

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02. Ha de luchar el pueblo por su ley, igual que por su muralla.

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03. Este mundo (...) siempre fue, es y será fuego eternamente vivo.

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04. A todo hombre le es concedido conocerse a sí mismo y meditar sabiamente.

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05. Vivir sus deseos, agotarlos en la vida, es el destino de toda existencia.

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06. No escuchándome a mí, sino a la razón, sabio es reconocer que todas las cosas son una.

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07. La enfermedad hace buena y agradable la salud, el hambre a la saciedad, el trabajo al reposo.

+ Frases de Salud


08. No encontrarás los confines del alma ni aún recorriendo todos los caminos; tal es su profundidad.

+ Frases de Profundidad


09. Es necesario saber que la guerra es común y la justicia discordia, y que todo sucede según discordia y necesidad.

+ Frases de Discordia


10. Sin esperanza se encuentra lo inésperado.

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11. Preciso es saber que la guerra es común; la justicia, contienda, y que todo acontece por la contienda y la necesidad.

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12. Inmortales, los mortales; mortales, los inmortales; viviendo unos la muerte de aquéllos, muriendo los otros la vida de aquéllos.

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Aristóteles Parménides de Elea Platón Tales De Mileto

Heráclito

Heráclito
  • 535
  • Éfeso, Jonia, Grecia
  • 484
  • Grecia

Filósofo griego nacido en Éfeso (actual Turquía), conocido por su marcada misantropía y cuya obra se conoce por testimonios posteriores.

Sobre Heráclito

Heráclito nació en el seno de una familia aristocrática, y durante toda su vida mantuvo una actitud social y psicológica caracterizada por una aversión general hacia la especie humana (misantropía).

Las ideas políticas de Heráclito fueron contrarias a la democracia de corte ateniense y quizás fue parte del reducido grupo que simpatizaba con el rey persa Darío, a cuyos dominios pertenecía Éfeso por entonces, contra la voluntad de la mayoría de sus ciudadanos.

En su obra afirma que el fundamento de todo está en el cambio incesante, el ente deviene y todo se transforma en un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa.

El estilo de Heráclito fue aforístico, usando el Oxímoron, una de las figuras lógicas que consiste en armonizar dos conceptos opuestos en una sola expresión, formando así un tercer concepto y la antítesis.

Las enseñanzas de Heráclito, según Diógenes Laercio, quedaron recogidas en una obra titulada "De la naturaleza", pero sólo han llegado fragmentos hasta nuestros días.

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