01. Que tontos son aquellos que se alejan de lo que es real, verdadero y duradero y en cambio persiguen las formas fugaces del mundo material, formas que son simples reflejos en el espejo del ego.
02. Una persona sabia siempre es amable y considerada. Siempre ve lo que se necesita. Permite que la nieve caiga sobre un cuerpo acalorado. Proporciona agua fresca para mitigar una sed desesperada.
03. En el mundo ilusorio del ego, todas las cosas fluyen. Pero el cambio continuo es el caos constante. Cuando el ego se ve como el centro de tanta actividad revuelta, no puede experimentar la armonía cósmica.
04. Las montañas, los ríos y la tierra misma son partes de la unidad. La mente clara es transparente; Toda la existencia puede verse a través de ella. La mente nublada por la ilusión del ego solo se ve a sí misma.
05. Los objetos materiales son como cosas muertas y el ego no puede darles vida. Así como el gran señor está por su misma identidad aferrado a su reino, el ego, cuando se aferra a objetos materiales, dirige un reino de muertos.
06. Los grandes logros están compuestos de detalles diminutos. Aquéllos que tienen éxito logrando el Todo han atendido cuidadosamente a cada parte diminuta. Aquéllos que fallan las han ignorado o los han tomado a la ligera juzgándolas insignificantes.
07. Cuando estamos vacíos de ego, nosotros también podemos aceptar tranquilamente los eventos variables de la vida. Cuando dejamos de hacer distinciones llenas de prejuicios - manso o áspero, bonito o feo, bueno o malo - una quietud pacífica permeará nuestra mente.
08. La única cosa de la que podemos estar seguros es que no podemos estar seguros de nada. El único hecho que no cambia es el hecho de que todas las cosas cambian constantemente. Los santos cultivaron la paciencia. Sin importar en qué situación se encontraran, esperaban serenamente.
09. Al decir del ego un huracán es un fenómeno devastador, pero en lo que refiere al universo, es un evento absolutamente natural, un eslabón en la cadena sin fin de causas y efectos. El universo, al no tener ego, continúa su existencia sin emitir juicios sobre huracanes o brisas del océano.
10. Hay también aquéllos que, proclamando la Iluminación, insisten en que entienden la naturaleza no-material de la realidad. Alardeando que la enfermedad del materialismo no puede infectarlos, intentan demostrar su inmunidad huyendo cuidadosamente de todo goce terrenal. Pero ellos también están en la oscuridad.
11. Un hombre con buen carácter es manso, humilde y libre de los deseos del mundo material. Un hombre de mal carácter es áspero, orgulloso y esclavo de la codicia. La apacibilidad indica una fuerza mayor que la aspereza. La humildad es más admirable que la insolencia. Siempre se prefiere la libertad a la esclavitud.
12. Sin preocuparse por mirar más allá de las superficies, los seres engañados se sienten satisfechos atrapando unas cuantas imágenes. Piensa que la incesante energía que fluye de la vida puede ser transformada en formas, a las cuales pueden dar nombre y valor, y entonces, como grandes señores, ejercer dominio sobre ellas.